Josep Maria Bertran de Quintana, el juez que persiguió los crímenes en la retaguardia catalana durante la Guerra Civil

Ser Histórico

Josep Maria Bertran de Quintana (Sant Gervasi de Cassoles, Barcelona, 1884 – México DF, 1960) fue un jurista y político de ideas progresistas, federales, pacifistas y laicistas. Secretario de Lluís Companys, participó en la proclamación de la República desde el balcón del Ayuntamiento de Barcelona, el 14 de abril de 1931. Ya durante la Guerra de España fue nombrado juez instructor del sumario de los cementerios clandestinos en la retaguardia republicana catalana, encargado de perseguir a los ejecutores y localizar a las víctimas de la violencia revolucionaria de los primeros meses de conflicto.

Hijo menor de un teniente coronel de artillería del ejército bien relacionado con la burguesía catalana, tuvo una hermana y tres hermanos: Miquel será un reconocido arquitecto modernista; Tomás ocupará cargos importantes en el Ayuntamiento de Barcelona durante los años de la Dictadura de Primo de Rivera. Estudió en el colegio Sant Agustí de Barcelona y el…

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Intervenciones de Pestaña sobre la inauguración del monumento a Francesc Layret en Barcelona

El 19 de abril de 1936 se inauguraba, en la plaza Goya de Barcelona, el monumento erigido al abogado laboralista Francesc Layret Foix (1880-1920), asesinado por pistoleros del Sindicato Libre.

Obra del escultor Frederic Marès i Deulovol y erigido por suscripción pública, está hecho en piedra y bronce, con varias figuras alegóricas presididas por una figura femenina que levanta el brazo con una antorcha, simbolizando el espíritu de lucha; detrás hay un obrero, un campesino y una mujer con un niño, evocando las clases más humildes, e incrustado en el pedestal de piedra hay un medallón de bronce con la efigie de Layret.

Tres puntos de vista del monumento. Fuente: Crónica

Al terminar la Guerra Civil, el gobierno franquista ordenó su derribo, pero gracias al arquitecto municipal Joaquim Vilaseca i Rivera fue desmontado pieza por pieza y piedras y bronces fueron escondidos en un almacén municipal. En 1977 el monumento fue restituido a su emplazamiento original, donde permanece actualmente.

Reproducimos a continuación la intervención de Pestaña en Cortes, tan solo dos días antes del acto de inauguración:

«El Sr. PRESIDENTE: Se va a leer una proposición no de ley que se ha presentado a la Mesa.

El Sr. SECRETARIO (González y Fernández de la Bandera) : Dice así:

Al Congreso.— Los Diputados que suscriben tienen el honor de proponer al Congreso la siguiente proposición no de ley :

Que con motivo de inaugurarse en Barcelona un monumento al que fue ilustre parlamentario y figura relevante en la política española, D. Francisco Layret, se envíe una representación oficial de esta Cámara a dicho acto, que se celebrara el próximo domingo día 19.

Palacio del Congreso, 16 de Abril de 1936.—Ángel Pestaña, Bernardino Valle, José Tomas y Piera, Francisco Gómez Hidalgo, Emilio Baeza Medina, José María Massip, Ramón Suarez Picallo, Joaquín Maurín, Juan Antonio Méndez, Francisco López de Goicoechea, Mariano Joven, Álvaro de Albornoz, Francisco Aguado, Francisco Casas Sala, Félix Gordón Ordás.

El Sr. PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Pestaña.

El Sr. PESTAÑA: Señores Diputados, como primer firmante de la proposición no de ley que se acaba de leer, emplearé muy breves palabras en su defensa. Yo no creo que haya ningún parlamentario ni Diputado que se oponga a que la Cámara se vea representada en el acto de inauguración del monumento a D. Francisco Layret, no diré que vilmente asesinado, porque sería quizá añadir un título a los que lo asesinaron, sino que diré asesinado por virtud de circunstancias de todos conocidas. Sería una reivindicación para el hombre que cayó en aquella tarde del mes de noviembre, y al mismo tiempo una recriminación, no quiero decir otra cosa, contra los que lo asesinaron, y más posiblemente contra los que ordenaron su asesinato, que todavía permanecen en la sombra, pero que todos conocemos. (Muy bien.)

El Sr. PRESIDENTE: Yo quisiera manifestar al Sr. Pestaña que hemos tenido recientemente, suscitado POR S. S., un caso análogo en que se trataba del monumento a Pi y Margall. Lo que en tal caso se hizo fue que constase en acta nuestra adhesión y enviar un telegrama al alcalde de Barcelona notificándole oficialmente la adhesión del Parlamento a dicho acto. Yo creo que el caso actual es parejo y, a no ser que la Cámara decida otra cosa, se podría hacer constar en acta este sentimiento y hacerlo llegar a Barcelona.

El Sr. PESTAÑA: Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S. para rectificar.

El Sr. PESTAÑA: Señores Diputados, si el criterio de la Cámara coincide con el criterio del Sr. Presidente, yo me inclinaré ante su voluntad; pero estimo que las condiciones no son las mismas, porque hay una enorme diferencia (sin tener en cuenta subjetivamente el valor de cada uno de los dos hombres) entre la forma en que murió Pi y Margall y cómo fue asesinado Layret. Hay, pues, algo que obliga más a la Cámara, sin que ello vaya en merma del prestigio y valor de Pi y Margall, a enviar una representación oficial a la inauguración del monumento a Layret.
Yo recurro, más que nada, al propio criterio, al pensamiento de cada uno de los Diputados para que digan si coinciden o no con mi criterio en este caso concreto. Yo desearía que fuera una representación oficial de la Cámara. Barcelona toda agradecería, Cataluña lo vería con satisfacción y un gran sector de opinión, quizá el 90 por 100 de la opinión, vería con agrado que fuera una representación de la Cámara, por lo que sería en el fondo, aunque no lo pretendiéramos, una condenación de aquel bárbaro crimen.

El Sr. PRESIDENTE: La Presidencia no ha querido interponerse entre la proposición del señor Pestaña y el precedente parlamentario, sino ofrecer simplemente a su consideración un caso que nos parecía parejo; pero en vista de que el Sr. Pestaña sostiene su proposición, voy a preguntar a la Cámara si acuerda lo propuesto por el Sr. Pestaña.

¿Acuerda la Cámara designar una representación oficial para que el día 19 concurra en Barcelona a la inauguración del monumento a don Francisco Layret? (Asentimiento.) Queda acordado.»

Acto de inauguración, 19 de abril de 1936. Foto: Pérez de Rozas

A la inauguración asistieron autoridades políticas y numerosos delegados de organizaciones políticas, sindicales y culturales, además de la representación parlamentaria de la República española: los diputados Josep Antoni Trabal Saus, de Esquerra Republicana de Catalunya, y el propio Pestaña.

El sindicalista del Bierzo, cuyo perfil se adivina en la fotografía de arriba, dijo lo siguiente:

Todos tenemos muchas cosas que aprender de Layret, y hoy, entorno del monumento, hay que tener presente su memoria y sus enseñanzas. El mejor recuerdo que le podemos dedicar es proseguir su obra y hacernos dignos de aquel maestro que supo morir por sus ideales al no poner inconveniente en defender la causa de la justicia y de la libertad, y que lo llevó a defender incluso a aquellos cuyas ideas no compartía pero que necesitaban su defensa.

Vemos aquí reunidos al Honorable Presidente de la Generlitat, señor Lluís Companys, continuador de su obra política, y también al señor Joan Casanoves, continuador de su obra jurídica, puesto que hemos de considerarlo como heredero del espíritu de Layret, que lo lleva a poner la toga al servicio de los más necesitados.

El paso de los ciudadanos por el monumento hará que los que luchan en la política tomen más energía para proseguir su obra, y el recuerdo de Layret desvelará ideas que lleven a los ciudadanos a regiones altísimas que impidan que se arrastren por el suelo como un gusano.

Fuente: Crónica

Fuentes:

  • Diario de Sesiones – Serie histórica. Legislatura 1936. 17-04-1936. Nº 19 (de 375 a 381).
  • «Inauguración del monumento a Francisco Layret», Crónica, Madrid, 19-04-1936, p.17.
  • «Homenatge a un màrtir de la llibertat. El senyor Ángel Pestaña», Full Oficial del Dilluns de Barcelona, 20-04-1936, p.4.
  • «En Barcelona se inaugura el monumento a Layret», Ahora, Madrid, 21-04-1936, pp.15 y 20.
  • Monument a Francesc Layret”, estelnegre.org

Francisco Gómez de Lara

El farmacéutico Francisco Gómez de Lara nació en Utrera (Sevilla), aunque residió buena parte de su vida en Huelva.

Se sumó al Partido Sindicalista desde su fundación y fue uno de sus principales organizadores tanto en Huelva como en Andalucía (secretario de su Comité regional). El 22 de febrero 1936 fue elegido 3er Teniente de alcalde del Ayuntamiento de Huelva.

Tras el desfile del Regimiento Ángel Pestaña en el madrileño Paseo de la Castellana, septiembre de 1936. Entre Natividad Adalia (izqda) y Ángel María de Lera, junto a Pestaña y otros compañeros del PS.

Durante la Guerra Civil, cuando una granada terminó con la vida del secretario personal de Pestaña, Jaime Cubedo, Gómez de Lara ocupó su puesto. En noviembre se incorporó en Madrid al 2º Batallón del Regimiento nº 9 (Pestaña), y aparece también afiliado al Sindicato de Sanidad e Higiene. Más tarde será nombrado Comisario General de Sanidad de Guerra, desde donde siguió de cerca al equipo de Inspección General para la Evacuación de Heridos de Guerra formado por sus compañeros José Robusté, Tomás Bargés y Eduard Pons Prades, entre otros, que entre 15 de diciembre y el 10 de febrero de 1939 logró evacuar a más de 10.000 enfermos desde los Hospitales de Sangre y de Campaña de Cataluña hasta la frontera francesa.

Terminadas las hostilidades, sufrió el exilio.

Fuentes:

– ALVAREZ REY, Leandro; RUIZ SÁNCHEZ, José Leonardo (2009), HUELVA DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA: PARTIDOS, ELECCIONES Y COMPORTAMIENTO POLÍTICO (1931-1936). Huelva: Universidad de Huelva.


La Vanguardia, Barcelona, 29.XII.1937

–  RAMIREZ COPEIRO DEL VILLAR, J. (2011), En tierra extraña: El exilio republicano Onubense. Huelva: Autoedición.

–  http://www.todoslosnombres.org/content/personas/francisco-gomez-lara

–  María Cruz Santos Santos (2012), Ángel Pestaña “Caballero de la Triste Figura”. Stuttgart: Editorial Académica Española.

– PONS PRADES, Eduard (1974), Un soldado de la República. Madrid: G. del Toro.

– PONS PRADES, Eduard (1995), Morir por la libertadEspañoles en los campos de exterminio nazis. Madrid: Vosa.

– PONS PRADES, Eduard (2005), Realidades de la Guerra Civil. Mitos no, ¡hechos! Madrid: La Esfera de los Libros.

– PONS PRADES, Eduard: “Francia: tierra de asilo. Retirada de Cataluña: 23 diciembre 1938 – 10 febrero 1939”, en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Disponible en http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/literatura-y-cultura-del-exilio-espanol-de-1939-en-francia–0/html/ff70d45a-82b1-11df-acc7-002185ce6064_125.html (Consulta: 16-5-2019).

Francisco Fernández «Lucas» (1907-1969)

Francisco Fernández Fontiverio, conocido como Paco Lucas, fue miembro destacado del Comité nacional del Partido Sindicalista (PS).

Fuente: Archivo familiar Helenio Lucas

Se vino al mundo en La Línea de la Concepción (Cádiz) el 10 de mayo de 1907. A los 7 años pasa a la escuela del maestro Manolo (como a él gustaba que se le llamase), D. Manuel Mejía, sita en la calle Colón.

Desde muy pronto mostró inclinación a la lectura y a la política, así como a la tauromaquia, llegando a torear en la plaza de toros de La Línea apadrinado por Emilio Villar.

En 1934 colabora en fundación del PS en la localidad, del que pasa a ser secretario; será uno de los líderes de la organización junto con el presidente y futuro novelista Ángel María de Lera. Dos años más tarde entra en el Ayuntamiento, por lo que llegado el 18 de julio, pronto tendrá conocimiento del golpe de Estado y el consiguiente movimiento de tropas en el norte de África. En esas primeras horas se dirige a la única iglesia que allí había y encuentra una multitud que pretende quemarla. Situado en la escalinata de acceso, habla y les convence para que desistan de su propósito (otras fuentes adelantan el episodio al año 1934).

Ocupada La Línea por las tropas facciosas, huye y se oculta en el tejar de Pedro Campos (se dice que lo hizo junto a De Lera, pero éste no menciona a ningún acompañante en sus escritos). Tras unos días, sospecha que ha sido descubierto y prepara su huida a Gibraltar a través de Puente Mayorga, gracias a la colaboración de un familiar suyo llamado Tomás Domínguez.

Desde la colonia británica se embarca hacia Málaga y al llegar es nombrado comisario político y destinado de inmediato al frente de Granada. Poco tiempo permanece allí, pues es enviado a Murcia en calidad de comisionado del Gobierno. Sin embargo, pronto entrará en conflicto con el Gobernador civil de la ciudad y se traslada a Valencia, donde se le confían misiones específicas gubernamentales y se encarga de la acogida de paisanos refugiados. Además, será habitual verlo en actos de propaganda.

En el PS, representa a Andalucía en el Pleno del Comité Nacional ampliado de provinciales de junio de 1937, así como a Granada en el Pleno Nacional Ampliado del 28 de diciembre de 1937, tras la muerte de Pestaña. En 1938 es Secretario de Organización del PS y miembro del Comité Nacional. Y en enero de 1939, cuando el Comité nacional pasa a Francia a través de la frontera catalana, es el Tesorero de partido.

En Francia es internado en uno de los muchos campos de concentración que se organizan. Logra salir hacia Casablanca (Marruecos), ciudad en que tiene familiares, y de aquí se traslada a Tánger. Cuando las tropas españolas entran en la ciudad magrebí, huye de nuevo hacia Gibraltar a bordo de un carguero inglés atracado en el puerto.

En la ciudad británica retoma el trabajo colaborando en varios periódicos locales. Los años de la Segunda Guerra Mundial suponen una relativa comodidad de los refugiados españoles, que muchas veces ocupan el puesto de los gibraltareños huidos a Gran Bretaña ante el temor de un ataque nazifascista. Pero al acabar la guerra numerosos yanitos regresan y la situación de los refugiados de la Guerra Civil en general empeora. La situación es denunciada por Luquitas en un artículo publicado en Solidaridad Obrera (posiblemente la edición mexicana) el 26 de enero de 1946, titulado «Peor que el ganado».

De pie: los refugiados políticos españoles Salvador Galán, José Guillermo y Diego Martín. Sentados: Francisco Lucas Fernández con Edward G. Archer a su
derecha y M. Allison a su izquierda. Fuente: In Defence of the Rock, p. 48

En 1958 intenta entrar en España para despedirse de su padre, pero éste fallece antes de conseguir el permiso. En 1969 es Lucas quien cae enfermo, muriendo el 14 de julio. A su entierro sólo acudirán algunos amigos porque su familia no había podido entrar en el Peñón.

Fuentes:

Archer, Edward G. (2020), In Defence of the Rock. Aspects of Security and Intelligence in Gibraltar from 1939 to post-colonial times. Gibraltar: Autoedición.

Partido Sindicalista (1937): Acta del Pleno provincial celebrado en Valencia los días 27 y 28 de febrero de 1937. Valencia: Guerri.

Pons Prades, Eduardo (1974), Un soldado de la República. Madrid:G. del Toro.

Téllez, J. J. (2014), Yanitos. Viaje al corazón de Gibraltar (1713-2013). Sevilla: Fundación Centro de Estudios Andaluces.

Carta de Francisco Fernández a su familia con motivo de la muerte de su padre. Gibraltar, 1 de noviembre de 1958. Archivo personal de Helenio Lucas.

Conversación por correo electrónico con Helenio Lucas, sobrino de Francisco Fernández Fontiverio.

La Voz, 21-6-1937, Madrid.

La Vanguardia, 29-12-1937, Barcelona.

«25 aniversario de la muerte del linense Paco Lucas», Área. Diario del Campo de Gibraltar, num. ?, ?-?-1994, p. 11.

Prólogo de Pestaña a Fernando Vallejo, ‘¿Enemigos? ¿Por qué? Recuerdos de la vida de una actor’ (Tip. Cosmos, Barcelona)

Continuamos desempolvando los prólogos escritos por Ángel Pestaña. No nos queda claro el año de edición del libro: es habitual datarlo en 1904, pero la anécdota que cuenta el berciano es de 1905. Y no tiene pinta de ser una reedición. Seguiremos atentos.

Gentileza del biógrafo de Pestaña Miguel A. Varela

Salvador Seguí no habló en el Ateneo de Madrid

Ser Histórico

Uno de los lugares comunes y polémicos del anarcosindicalismo, así como del independentismo catalán de izquierdas, es un discurso del Noi del Sucre en el Ateneo de Madrid, el 3 de octubre de 1919. Lo es porque entre otros asuntos, habló de catalanismo y de la Lliga Regionalista, y mencionó de pasada la independencia de Cataluña. Sin embargo, como trataremos de aclarar en las siguientes líneas, ese día no hubo ninguna conferencia en el Ateneo y Seguí no estaba en la capital.

Entre la última semana de septiembre y la primera de octubre de 1919, un grupo de representantes de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) catalana se desplaza a Madrid para dar una serie de conferencias. Llegan en gira de propaganda a uno de los feudos del socialismo y de la Unión General de Trabajadores (UGT), precisamente cuando el primero de octubre entraba en vigor la jornada laboral general…

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Impresiones sobre Pestaña de Nicolas Lazarévitch

Nicolas Lazarévitch (17 de agosto de 1895 – 24 de diciembre de 1975) fue un electricista de origen ruso nacido en Bélgica, trabajador de la construcción, corrector de pruebas, escritor y militante libertario y anacosindicalista. En un artículo publicado en 1931 en La révolution prolétarienne, escribía lo siguiente:

“Otro tema muy importante se planteó en el Congreso [de la CNT en el Teatro de la Comedia, Madrid, 1931] sin estar en la agenda. Es lamentable que, al no haber sido discutido en los sindicatos, fuera retirado de los debates después de que solo se escucharan dos intervenciones. Es cierto que una de ellas era de Pestaña.

Fue él quien, por cierto, planteó el problema marroquí. Pestaña temía que si la consigna de abandonar el Marruecos español se hacía realidad, ese país fuera inmediatamente invadido por franceses o italianos.

Pensaba que, en cualquier caso, los árabes tendrían una peor situación en la lucha de clases que la que tenían entonces. No veía suficiente fuerza árabe para resistir a las tropas francesas o italianas. Por tanto, recomendaba reclamar los mismos derechos para los árabes que los españoles, ante todo el derecho a la coalición y a la huelga.

Su tesis fue contrarrestada por la intervención de un anarquista que proclamaba ardientemente su apego al derecho de los pueblos a disponer libremente de sí mismos, y dejaba de lado las consideraciones realistas desarrolladas por Pestaña.”

L. Nicolas [Nicolas Lazarevitch] , “Articles pour La Révolution prolétarienne, 1931”, en À travers les révolutions espagnoles, Belfond, Paris: 1972, p. 190.

Gentileza de Frank Mintz

Antonio Castillejo García

Fuente: Boletín electoral de candidatos del Partido Sindicalista a las elecciones generales de 1979. Archivo particular Francisco Zugasti.

Este ferroviario madrileño se vino al mundo en 1904. En 1921 ingresó en la capital en el depósito de máquinas de la Compañía de Ferrocarriles de Madrid, Zaragoza y Alicante (MZA). Ese mismo año se afilia a la Federación Nacional de la Industria Ferroviaria (FNI), adscrita a la CNT.

Interesado por la literatura, en 1927 escribe su primera novela, La muerte por egoísmo, y al año siguiente publica La pureza del amor, que será bastante leída entre los ferroviarios. Todo ello, junto a la lectura deautores socialistas (en especial a Bakunin, Proudhon, Sorel y Anselmo Lorenzo), le permite empezar colaborar en la publicación Cultura Ferroviaria, así como en otras cabeceras anarquistas y socialistas.

Durante los años de la Dictadura de Miguel Primo de Rivera, combinado con su trabajo de guardagujas-telefonista, empieza estudios de practicante, que concluye en 1930. Desde la dirección de la compañía lo llaman entonces para proponerle la jefatura del botiquín del depósito de máquinas de Sevilla, cargo que acepta; pero la denuncia ese mismo día de un artículo suyo en Cultura Ferroviaria, en que defiende a un trabajador despedido, provoca la retirada de la oferta.

A partir de ese momento se dedica a analizar en profundidad las diferentes compañías ferroviarias del país y llega a la conclusión de que roban y explotan a sus trabajadores hasta límites intolerables; por ello escribe tres artículos en primera plana en el diario republicano madrileño La Tierra. La reacción de la empresa no se hizo esperar y fue suspendido de empleo y sueldo bajo amenaza de baja definitiva si no se retractaba. Tanto el Comité nacional de la FNIF como compañeros de diferentes localidades (Talleres Generales de Madrid, Albacete, Vilanova i la Geltrú, Alcázar de San Juan, etc.) se solidarizaron con él y amenazaron con ir a la huelga, por lo que a la compañía MZA no le quedó más remedio que publicar una nota en el diario La Libertad explicando que levantaban las sanciones contra él.

En 1932 fue elegido miembro del Comité nacional de la FNI y director de Cultura Ferroviaria, puestos que ocupará hasta 1934. Próximo a Pestaña, fue expulsado de la FNI por firmar un manifiesto treintista, y elegido delegado de la Federación Sindicalista Libertaria en la Alianza Obrera antifascista. En 1934 ingresará en el Partido Sindicalista (PS). Escribe durante aquel periodo en Solidaridad Obrera (Barcelona), Sindicalismo (Barcelona), La Tierra, CNT (Madrid), La Verdad (Huelva), Heraldo de Madrid y algún que otro artículo en La Libertad (Madrid). Yotra vez vuelve a ser sancionado por la MZA.

Detenido y procesado a causa de los sucesos de octubre de 1934, fue encerrado en la Modelo y trasladado a la cárcel de Valencia por la Guardia Civil. Allí escribió Represión. Impresiones de octubre (Valencia: Cosmos, 1935), que tuvo cierto éxito.

Tras el 18 de julio de 1936 se alistó en el 2º Batallón del Regimiento Ángel Pestaña. Fue elegido representante del PS en la Organización de Transportes de Madrid y su provincial, así como su delegado en Hospitales. Además, fue vicesecretario del Frente Popular en Madrid hasta el final de la guerra.

Desde los secretariados sindical y político del PS fundó las Escuelas Ángel Pestaña, que agrupaban más de 2.500 alumnos: la nº 1 en Zurbano, 3; la nº 2 en la calle Alcalá Galiano, y la nº 3 en Giner de los Ríos. También creó una sección técnico sanitaria conformada por 150 médicos, cirujanos y especialistas, encargada de elaborar proyectos para Madrid y sus frentes.

Conferenció a menudo: Radio Nacional, Puerta del Sol, etc. Su disertación Los planes del fascismo y la debilidad de las democracias, pronunciada el 23 de octubre de 1938 en el domicilio del Sector Sur del PS madrileño, fue impresa y editada con prólogo de Natividad Adalia (Madrid: Ediciones del PS).

En estos años sigue colaborando en CNT y el Heraldo, y se incorpora a El Sindicalista. Además, en 1938 escribe y publica España ante el Mundo (Madrid: Marsiega), en que ofrece una visión republicana de la situación española durante el conflicto civil.

Acabada la guerra sufrió dos detenciones, pero logró recuperar la libertad y se trasladó dos años a vivir a Hellín (Albacete). En 1942 retoma la lucha antifranquista, por lo que en 1947 será detenido, incomunicado 13 días en Carabanchel y condenado a 4 años en consejo de guerra, pena que cumplió íntegra. Ahora sí, fue expulsado definitivamente de MZA e inhabilitado para ejercer cargos públicos por el tribunal militar.

Durante su presidio en Carbanchel escribió El ferrocarril de la dicha, censurada y no publicada, y en 1957 adaptó para el cine El estudiante cantor, proyecto que tampoco prosperó. En 1975 publicó la biografía del polaco Mieczslaw Toloczko, titulada De Varsovia a Benidorm (Madrid: Studium).

Se afiliará al PS reconstituido durante la Transición, siendo candidato por Madrid a las elecciones generales de 1979.

Fuente: Archivo particular Francisco Zugasti

FUENTES:

Carta de Antonio Castillejo al Comité provincial de Castilla del Partido Sindicalista. Archivo particular Francisco Zugasti.

CAUSA GENERAL. Archivo Histórico Nacional, FC-CAUSA_GENERAL, 77, Exp.20.

Fichas de Antonio Castillejo García. Centro Documental de la Memoria Histórica, DNSD-SECRETARIA, FICHERO, 11, C0111829 y C0111830.

ÍÑIGUEZ, Miguel (2008), Enciclopedia histórica del anarquismo español. Vitoria: Asociación Isaac Puente.

MATEOS FERNÁNDEZ, Juan Carlos (1996), Bajo el control obrero. La prensa diaria en Madrid durante la guerra civil [tesis doctoral]. Madrid: Facultad de Ciencias de la Información, Universidad Complutense.

Joaquim Cid, un sindicalista català als camps de concentració del nazisme

Ser Histórico

(Haz clik aquí para leer el texto en castellano)

El ple de l’Ajuntament de Benifallet (Baix Ebre, Tarragona) aprovà recentment participar en el projecte Stolpersteine ​​del Memorial Democràtic de Catalunya, que consisteix en la col·locació de llambordes commemoratives de les víctimes del nazisme, i es disposa a fer un homenatje a quatre veïns del municipi que van patir els rigors dels camps de concentració.

Entre ells trobem Joaquim Cid Passanau, president del Comitè Català d’Ajut a Euskadi durant la Guerra Civil i actiu col·laborador de la resistència basca contra el primer franquisme, qui va ser internat en el poc conegut camp de Norderney, situat a l’illa normanda de Aurigny, evacuada pels britànics després de la caiguda de França en els primers compassos de la Segona Guerra Mundial i ocupada pels alemanys l’estiu de 1940.

Joaquim Cid. Arxiu familiar Molière-Cid

Tot i que la majoria de documents situen el seu…

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Layret visto por Pestaña en la prensa republicana catalana

(Traduccción)

Recordamos haber leído en algún sitio, para atenuar el efecto de la occisión, que Layret era el abogado incondicional de la Organización, y que en este cargo se amparaba para fines políticos y partidistas.

Con la afirmación más rotunda podemos negar tal supuesto. No es cierto. Y no pudo serlo por múltiples razones.

Layret intervino en múltiples procesos contra la Organización, porque ésta fue a pedírselo. Él nunca lo solicitó. Fue la CNT quien requirió sus servicios de abogado. Hay que decir, en honor a la verdad, que acudió tantas veces como fue requerido, y otras tantas aceptó sin necesidad de ruegos ni insistencias. La verdad, pues, es que Layret no era abogado de la Organización, sino un abogado que intervenía en sus procesos cuando para ello  era requerido. Que no es lo mismo.

En cuanto a que aprovechara el cargo de abogado para intervenir en las cosas de la Organización, tampoco es cierto. Quizá sea el único abogado que no lo ha hecho. En su despacho, y esto es algo que han afirmado siempre los que hablaban con él, raramente, y sólo de manera accidental, se hablaba de otra cosa que de la causa que llevaba a los comisionados. Algo que se explica perfectamente.

Hombre sensible, de una delicadeza excesiva, le habría parecido inoportuno e incorrecto aprovechar su ventajosa situación profesional en beneficio propio o de su partido. En la vida no faltan hombres a quienes repugnaría aprovecharse de situaciones parecidas, y Layret era uno de ellos.

Por esto, cargarle la responsabilidad de actos que no cometió, tanto por delicadeza personal, como porque las circunstancias lo determinaron así, no es piadoso que digamos tal cosa, y mucho menos todavía porque tal afirmación puede hacer dudar de la honradez de la intención que lo caracterizaba.

En este aspecto de las relaciones que tuvo con la Organización, no se desprende nada que pueda empañar su proceder. Obró siempre desinteresadamente. Defendió a los procesados cuando fue requerido para ello. No intentó nunca subyugar juntas ni individuos en benificio y provecho de su credo político y partidista.

Esta forma de proceder, la más lógica y razonable, sólo ha sido imitada por excepciones honradísimas. No obstante, sólo a Layret se le ha reprochado tan insólito procedimiento.

El restablecimiento de la verdad, y no otra cosa, es lo que hoy nos mueve a decir lo que decimos.