Intervenciones de Pestaña sobre la inauguración del monumento a Francesc Layret en Barcelona

El 19 de abril de 1936 se inauguraba, en la plaza Goya de Barcelona, el monumento erigido al abogado laboralista Francesc Layret Foix (1880-1920), asesinado por pistoleros del Sindicato Libre.

Obra del escultor Frederic Marès i Deulovol y erigido por suscripción pública, está hecho en piedra y bronce, con varias figuras alegóricas presididas por una figura femenina que levanta el brazo con una antorcha, simbolizando el espíritu de lucha; detrás hay un obrero, un campesino y una mujer con un niño, evocando las clases más humildes, e incrustado en el pedestal de piedra hay un medallón de bronce con la efigie de Layret.

Tres puntos de vista del monumento. Fuente: Crónica

Al terminar la Guerra Civil, el gobierno franquista ordenó su derribo, pero gracias al arquitecto municipal Joaquim Vilaseca i Rivera fue desmontado pieza por pieza y piedras y bronces fueron escondidos en un almacén municipal. En 1977 el monumento fue restituido a su emplazamiento original, donde permanece actualmente.

Reproducimos a continuación la intervención de Pestaña en Cortes, tan solo dos días antes del acto de inauguración:

«El Sr. PRESIDENTE: Se va a leer una proposición no de ley que se ha presentado a la Mesa.

El Sr. SECRETARIO (González y Fernández de la Bandera) : Dice así:

Al Congreso.— Los Diputados que suscriben tienen el honor de proponer al Congreso la siguiente proposición no de ley :

Que con motivo de inaugurarse en Barcelona un monumento al que fue ilustre parlamentario y figura relevante en la política española, D. Francisco Layret, se envíe una representación oficial de esta Cámara a dicho acto, que se celebrara el próximo domingo día 19.

Palacio del Congreso, 16 de Abril de 1936.—Ángel Pestaña, Bernardino Valle, José Tomas y Piera, Francisco Gómez Hidalgo, Emilio Baeza Medina, José María Massip, Ramón Suarez Picallo, Joaquín Maurín, Juan Antonio Méndez, Francisco López de Goicoechea, Mariano Joven, Álvaro de Albornoz, Francisco Aguado, Francisco Casas Sala, Félix Gordón Ordás.

El Sr. PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Pestaña.

El Sr. PESTAÑA: Señores Diputados, como primer firmante de la proposición no de ley que se acaba de leer, emplearé muy breves palabras en su defensa. Yo no creo que haya ningún parlamentario ni Diputado que se oponga a que la Cámara se vea representada en el acto de inauguración del monumento a D. Francisco Layret, no diré que vilmente asesinado, porque sería quizá añadir un título a los que lo asesinaron, sino que diré asesinado por virtud de circunstancias de todos conocidas. Sería una reivindicación para el hombre que cayó en aquella tarde del mes de noviembre, y al mismo tiempo una recriminación, no quiero decir otra cosa, contra los que lo asesinaron, y más posiblemente contra los que ordenaron su asesinato, que todavía permanecen en la sombra, pero que todos conocemos. (Muy bien.)

El Sr. PRESIDENTE: Yo quisiera manifestar al Sr. Pestaña que hemos tenido recientemente, suscitado POR S. S., un caso análogo en que se trataba del monumento a Pi y Margall. Lo que en tal caso se hizo fue que constase en acta nuestra adhesión y enviar un telegrama al alcalde de Barcelona notificándole oficialmente la adhesión del Parlamento a dicho acto. Yo creo que el caso actual es parejo y, a no ser que la Cámara decida otra cosa, se podría hacer constar en acta este sentimiento y hacerlo llegar a Barcelona.

El Sr. PESTAÑA: Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S. para rectificar.

El Sr. PESTAÑA: Señores Diputados, si el criterio de la Cámara coincide con el criterio del Sr. Presidente, yo me inclinaré ante su voluntad; pero estimo que las condiciones no son las mismas, porque hay una enorme diferencia (sin tener en cuenta subjetivamente el valor de cada uno de los dos hombres) entre la forma en que murió Pi y Margall y cómo fue asesinado Layret. Hay, pues, algo que obliga más a la Cámara, sin que ello vaya en merma del prestigio y valor de Pi y Margall, a enviar una representación oficial a la inauguración del monumento a Layret.
Yo recurro, más que nada, al propio criterio, al pensamiento de cada uno de los Diputados para que digan si coinciden o no con mi criterio en este caso concreto. Yo desearía que fuera una representación oficial de la Cámara. Barcelona toda agradecería, Cataluña lo vería con satisfacción y un gran sector de opinión, quizá el 90 por 100 de la opinión, vería con agrado que fuera una representación de la Cámara, por lo que sería en el fondo, aunque no lo pretendiéramos, una condenación de aquel bárbaro crimen.

El Sr. PRESIDENTE: La Presidencia no ha querido interponerse entre la proposición del señor Pestaña y el precedente parlamentario, sino ofrecer simplemente a su consideración un caso que nos parecía parejo; pero en vista de que el Sr. Pestaña sostiene su proposición, voy a preguntar a la Cámara si acuerda lo propuesto por el Sr. Pestaña.

¿Acuerda la Cámara designar una representación oficial para que el día 19 concurra en Barcelona a la inauguración del monumento a don Francisco Layret? (Asentimiento.) Queda acordado.»

Acto de inauguración, 19 de abril de 1936. Foto: Pérez de Rozas

A la inauguración asistieron autoridades políticas y numerosos delegados de organizaciones políticas, sindicales y culturales, además de la representación parlamentaria de la República española: los diputados Josep Antoni Trabal Saus, de Esquerra Republicana de Catalunya, y el propio Pestaña.

El sindicalista del Bierzo, cuyo perfil se adivina en la fotografía de arriba, dijo lo siguiente:

Todos tenemos muchas cosas que aprender de Layret, y hoy, entorno del monumento, hay que tener presente su memoria y sus enseñanzas. El mejor recuerdo que le podemos dedicar es proseguir su obra y hacernos dignos de aquel maestro que supo morir por sus ideales al no poner inconveniente en defender la causa de la justicia y de la libertad, y que lo llevó a defender incluso a aquellos cuyas ideas no compartía pero que necesitaban su defensa.

Vemos aquí reunidos al Honorable Presidente de la Generlitat, señor Lluís Companys, continuador de su obra política, y también al señor Joan Casanoves, continuador de su obra jurídica, puesto que hemos de considerarlo como heredero del espíritu de Layret, que lo lleva a poner la toga al servicio de los más necesitados.

El paso de los ciudadanos por el monumento hará que los que luchan en la política tomen más energía para proseguir su obra, y el recuerdo de Layret desvelará ideas que lleven a los ciudadanos a regiones altísimas que impidan que se arrastren por el suelo como un gusano.

Fuente: Crónica

Fuentes:

  • Diario de Sesiones – Serie histórica. Legislatura 1936. 17-04-1936. Nº 19 (de 375 a 381).
  • «Inauguración del monumento a Francisco Layret», Crónica, Madrid, 19-04-1936, p.17.
  • «Homenatge a un màrtir de la llibertat. El senyor Ángel Pestaña», Full Oficial del Dilluns de Barcelona, 20-04-1936, p.4.
  • «En Barcelona se inaugura el monumento a Layret», Ahora, Madrid, 21-04-1936, pp.15 y 20.
  • Monument a Francesc Layret”, estelnegre.org

Salvador Seguí no habló en el Ateneo de Madrid

Ser Histórico

Uno de los lugares comunes y polémicos del anarcosindicalismo, así como del independentismo catalán de izquierdas, es un discurso del Noi del Sucre en el Ateneo de Madrid, el 3 de octubre de 1919. Lo es porque entre otros asuntos, habló de catalanismo y de la Lliga Regionalista, y mencionó de pasada la independencia de Cataluña. Sin embargo, como trataremos de aclarar en las siguientes líneas, ese día no hubo ninguna conferencia en el Ateneo y Seguí no estaba en la capital.

Entre la última semana de septiembre y la primera de octubre de 1919, un grupo de representantes de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) catalana se desplaza a Madrid para dar una serie de conferencias. Llegan en gira de propaganda a uno de los feudos del socialismo y de la Unión General de Trabajadores (UGT), precisamente cuando el primero de octubre entraba en vigor la jornada laboral general…

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Impresiones sobre Pestaña de Nicolas Lazarévitch

Nicolas Lazarévitch (17 de agosto de 1895 – 24 de diciembre de 1975) fue un electricista de origen ruso nacido en Bélgica, trabajador de la construcción, corrector de pruebas, escritor y militante libertario y anacosindicalista. En un artículo publicado en 1931 en La révolution prolétarienne, escribía lo siguiente:

“Otro tema muy importante se planteó en el Congreso [de la CNT en el Teatro de la Comedia, Madrid, 1931] sin estar en la agenda. Es lamentable que, al no haber sido discutido en los sindicatos, fuera retirado de los debates después de que solo se escucharan dos intervenciones. Es cierto que una de ellas era de Pestaña.

Fue él quien, por cierto, planteó el problema marroquí. Pestaña temía que si la consigna de abandonar el Marruecos español se hacía realidad, ese país fuera inmediatamente invadido por franceses o italianos.

Pensaba que, en cualquier caso, los árabes tendrían una peor situación en la lucha de clases que la que tenían entonces. No veía suficiente fuerza árabe para resistir a las tropas francesas o italianas. Por tanto, recomendaba reclamar los mismos derechos para los árabes que los españoles, ante todo el derecho a la coalición y a la huelga.

Su tesis fue contrarrestada por la intervención de un anarquista que proclamaba ardientemente su apego al derecho de los pueblos a disponer libremente de sí mismos, y dejaba de lado las consideraciones realistas desarrolladas por Pestaña.”

L. Nicolas [Nicolas Lazarevitch] , “Articles pour La Révolution prolétarienne, 1931”, en À travers les révolutions espagnoles, Belfond, Paris: 1972, p. 190.

Gentileza de Frank Mintz

Ángel Pestaña: “Movimiento sindical y político en España”, Pravda, 1920.

El historiador Andrey Fedorov, arqueólogo especialista del Metropolitan Archaeological Bureau de Moscú, encuentra y traduce dos artículos que el anarcosindicalista leonés Ángel Pestaña publicó en el diario Pravda durante su viaje al Segundo Congreso de la Internacional Comunista, en el verano de 1920.

Es bastante conocido que Pestaña se llevó una pésima impresión de la revolución rusa en general. Lo mismo que sobre el Congreso en particular. La decepción del berciano fue tremenda al barruntar que los acuerdos allí adoptados estaban preparados de antemano. Pudo comprobar la inexistencia de actas y que no se respetaba el voto por países ni los 10 minutos de intervención de los delegados,tal y como se había acordado al principio. Además, la traductora se cansaba mucho al hablar 4 idiomas, ralentizando el ritmo, por lo que el leonés propuso el esperanto como idioma auxiliar. Nunca obtuvo respuesta.

En adelante se abstuvo en todas las votaciones y sólosubió a la tribuna para declarar que él representaba a un sindicato antipolítico. Comparando lo que presenció con el funcionamiento del Parlamento español, escribió:“Suprimamos el presidente del Congreso y pongamos en su lugar los componentes del banco azul, y tenéisorganizado un Congreso con su Praesidium” (Pestaña, Memoria al Comité Nacional de la CNT de su gestión como Delegado en el II Congreso de la Tercera Internacional, 1921).

Consideraba, por otro lado, que las normas morales que regían la conducta de los representantes extranjeros eran profundamente burguesas, lo cual no dudó en reprochar al mismísimo Lenin durante el transcurso de una entrevista:

¿Con qué derecho hablan de fraternidad esos delegados, que apostrofan, insultan e injurian a los hombres de servicio en el hotel, porque no están siempre a punto para satisfacer sus más insignificantes caprichos? A hombres y mujeres del pueblo los consideran servidores, criados, lacayos, olvidando que acaso alguno de ellos se haya batido y expuesto su vida en defensa de la revolución. ¿De qué les ha servido? Cada noche, igual que si viajaran por países capitalistas, ponen sus zapatos en la puerta del cuarto para que el “camarada” servidor del hotel se los limpie y embetune. ¡Hay para reventar de risa con la mentalidad “revolucionaria” de esos delegados!

Pestaña, Setenta días en Rusia, lo que yo vi, 1924.

El 7 de septiembre comenzará su viaje de vuelta y, tras ser detenido y encarcelado en Italia durante unas semanas, volverá a ser apresado en cuanto pise Barcelona, el 7 de enero de 1921. 

Su juicio, acorde con el parecer del anarcosindicalistafrancés Gastón Leval, asistente un año después al siguiente congreso de la Internacional Comunista en representación de la CNT, fue decisivo para que el anarcosindicalismo español deshiciera sus vínculos con la Internacional Comunista en la Conferencia de Zaragoza (1922). Sin embargo, conviene remarcar que la suya fue una decisión muy meditada; tanto fue así, que aún mantendría la necesidad de permanecer en la Internacional Comunista mientras no se encontrara otra manera más eficaz de ayudar al pueblo ruso.

Pasemos, pues, a reproducir el texto “Movimiento sindical y político en España”.

Caricatura aparecida en Mundo Gráfico en los años 30

Me gustaría describir en estas breves líneas la situación de la clase trabajadora en España, su movimiento sindical y político, para dar una idea de todo esto a los lectores de Pravda y a los trabajadores rusos.

En España, como en todos los demás países, hay dos corrientes entre el proletariado: la revolucionaria y la reformista. La primera trabaja bajo tierra y promueve la propaganda entre los trabajadores industriales y campesinos a través de la Confederación Nacional del Trabajo, una organización sindicalista-revolucionaria cuyo bastión principal se encuentra en Barcelona. Esta organización, que se basa en el punto de vista del comunismo y la lucha de clases revolucionaria, a fines de 1917 contaba con 70 mil adherentes, mientras que el último Congreso de la Confederación, celebrado en diciembre de 1919, contó con la asistencia de 525 delegados de toda España en representación de un millón de trabajadores. Así, la Confederación Nacional del Trabajo logró unir a casi toda la clase obrera de España en dos años, gracias a sus actividades y métodos de lucha.

Pero el gobierno español, alentado e inspirado por la burguesía, hizo todo lo posible para obstaculizar los éxitos de la organización sindicalista-revolucionaria; una semana después del congreso, a finales de diciembre, prohibió a la CNT y arrojó a los combatientes más populares a las cárceles, donde todavía están.

El celo con el que el gobierno español cumple su tarea, y cómo protege los intereses de la burguesía, puede juzgarse por el hecho de que más de 500 de nuestros camaradas están languideciendo en prisión, a pesar de que hemos logrado arrebatar a muchos de ellos de manos de la policía y gendarmes.

La CNT, obligada a trabajar ilegalmente debido a la persecución a la que ha sido sometida durante los últimos dos años, y dado que está prohibido trabajar legalmente, ha crecido en número, ha fortalecido su espíritu revolucionario, y así se convirtió en guía de un movimiento de liberación que difundió la clase obrera y los trabajadores de España.

Además de la CNT, en España existe la Unión General de Trabajadores, una organización sindical que se basa en el punto de vista reformista y es una rama del Partido Socialista español. Para mayor claridad, hablemos primero del Partido Socialista.

Fundado en 1890*, gozó de muy poca influencia entre el proletariado español. Si siguió existiendo, fue solo por la Unión General de Trabajadores. En los últimos años antes de la guerra, sin embargo, había crecido en número e influencia. Pero la guerra, primero, y luego la revolución rusa, mostraron cuán engañoso era el poder de este partido. Su crecimiento en los últimos años se ha hecho a expensas de los pequeños elementos burgueses, quienes, considerándose grandes demócratas, se declararon partidarios de la Entente; éstos eran la mayoría; algunos incluso hablaron a favor de la intervención, rompiendo con su pasado supuestamente socialista.

La guerra fue seguida por la revolución rusa, que produjo un efecto completamente opuesto en las filas del Partido Socialista español. El hecho de que los líderes del partido se declararan solidarios con las democracias de los países de la Entente impresionó a amplios círculos del partido, aunque no sacudió su unidad; pero cuando el partido se declaró neutral en relación con la revolución rusa, y a veces incluso la atacó, se formó una facción de izquierda, que comenzó a hacer más y más demandas al partido, insistiendo en que este último se declarara solidario con la causa de la revolución que tiene lugar en Rusia.

Pero todos los esfuerzos de estos camaradas se vieron afectados por el comportamiento del Comité Central, y en el último Congreso del partido, celebrado en Madrid en diciembre de 1919, la resolución de unirse a la Tercera Internacional fue rechazada, aprobándose la resolución de los llamados «reinstaladores» (Estrasburgo).

A partir de ese momento, una lucha feroz comenzó en las filas del partido, lo que de hecho llevó a que las Juventudes socialistas, que habían estado luchando para unirse a la Tercera Internacional, decidieran abandonar el partido y formar el Partido Comunista Español, que, desde su inicio, se unió a la Tercera Internacional.

Pero la lucha en el seno del Partido Socialista no terminó: a finales de junio, en un Congreso Extraordinario del partido, una mayoría bastante débil adoptó una resolución para unirse a la Tercera Internacional.

Y la Unión General de Trabajadores sigue al partido: hablar del partido significa hablar de ella.

En resumen, hay que decir que todas las fuerzas verdaderamente revolucionarias de España, la CNT y el nuevo Partido Comunista, deben ir de la mano en la lucha por la liberación del proletariado español.

ÁNGEL PESTAÑA

Pravda, nº163, 25.07.1920, Moscú.


* Pestaña se equivoca al fechar la creación del PSOE en 1990, ya que se fundó en 1879.

Ángel Pestaña, “El movimiento de mujeres en España”, Pravda, 1920.

Texto publicado originalmente en El Obrero. Defensor de los trabajadores (elobrero.es).

El historiador Andrey Fedorov, arqueólogo especialista del Metropolitan Archaeological Bureau de Moscú, encuentra y traduce dos artículos que el anarcosindicalista leonés Ángel Pestaña publicó en el diario Pravda durante su viaje al Segundo Congreso de la Internacional Comunista, en el verano de 1920.

Entre las resoluciones más trascendentales del Segundo Congreso de la Confederación Nacional del Trabajo, celebrado en el madrileño Teatro de la Comedia en 1919, encontramos la adhesión provisional de la CNT a la III Internacional (Komintern).

La idea inicial era enviar al asturiano Eleuterio Quintanilla y al sevillano Pedro Vallina, pero ambos rehusaron la propuesta, resultando elegidos los catalanes Eusebi Carbó y Salvador Quemades. No obstante, por tener más probabilidades de que alguno cumpliera su objetivo de entregar la adhesión y recabar información, dadas las dificultades para llegar a una Rusia aislada de Europa e inmersa en una cruenta guerra contra el Ejército Blanco contrarrevolucionario, en el último momento se le ofreció un puesto a Pestaña. De los tres, sólo él conseguirá llegar.

Tras pasar por París y Basilea, en Berlín recibió noticias de la apertura en Moscú del Segundo Congreso de la Internacional Comunista, y solicitó las credenciales de delegado a la CNT para poder representarla, que tardaron un mes en llegar. Al fin, el 25 de junio de 1929 se encontraba en la ciudad fronteriza de Narva (Estonia), desde donde cruzó la frontera.

Además de acudir a las sesiones del Congreso, Pestaña intervino en las sesiones previas destinadas a organizar la Internacional Sindical Revolucionaria (Profintern) y escribió tres artículos para el diario Pravda que hasta ahora permanecían sin localizar ni traducir. Reproducimos el primero de ellos, titulado “El movimiento feminista en España”.

Localizado y traducido al inglés por Andrey Fedorov.

Si se entiende el feminismo como la completa emancipación política y económica de las mujeres, dándoles plena libertad y la oportunidad de usar sus habilidades en diversos campos de la vida pública; si hablamos del movimiento de las mujeres, que tiene como objetivo la tarea de la completa liberación social de las mujeres de las cadenas del sistema capitalista, España tiene un amplio movimiento femenino. Pero si feminismo significa un movimiento que apunta a obtener el derecho al voto u otros derechos políticos, entonces ese movimiento es muy débil en España; se desarrolla principalmente entre los representantes de la clase pequeñoburguesa y los aristócratas, que han hecho una especie de deporte del movimiento de mujeres. Esta es la posición del movimiento de mujeres en España.

En cuanto a la situación general de las mujeres en España, recientemente ha sufrido cambios significativos. Cuando recuerdas cuán enorme es la religión en la vida de una mujer española, cómo la subyuga a sí misma, cómo destruye en ella todos sus deseos y esperanzas de liberación de la custodia masculina, uno debe admitir que ya se ha hecho mucho para liberar mujeres de todos los prejuicios y grilletes que oprimen su vida. Pero esto todavía es completamente insuficiente. Todavía hay mucho esfuerzo por delante. Pero, en cualquier caso, el caso ha comenzado.

Especialmente mucho se ha hecho en esta área por los sindicatos. En Barcelona, por ejemplo, los sindicalistas han demostrado mucha energía en el trabajo entre las mujeres. La industria más importante en esta ciudad es la textil, y emplea a 100 mil mujeres y niños. Hay 25.000 trabajadores textiles organizados en los sindicatos de Barcelona. En otras industrias, como la ropa, también hay decenas de miles de trabajadoras organizadas. Los sindicatos están haciendo mucho para educar a las mujeres, para librarlas de la esclavitud de la ignorancia y la sumisión en las que languidecen, y los resultados de este trabajo son muy significativos.

Se puede decir sin exagerar que todos los días las filas de mujeres combatientes se expanden y se embarcan en el camino de la lucha activa por su liberación social. Se acerca la hora en que una mujer en España ocupará el frente del proletariado en lucha, un lugar que sus esfuerzos heroicos se han ganado bien.”

Pravda, Moscú, 22.07.1920, №160.

La construcción de una mentira histórica

Ser Histórico

El historiador mallorquín Sergio Giménez acaba de publicar la que es su primera obra “Ángel Pestaña, falangista. Anatomía de una mentira histórica”.

Giménez, experimentado investigador, lleva varios años picando piedra en el mundo de los márgenes de la Historia. Se mueve como pez en el agua entre las heterodoxias del anarcosindicalismo. Ha estudiado meticulosamente la vida y obra de personajes próximos al anarcosindicalismo como Benito Pabón, José Sánchez Requena,  Ricardo Fornells o el propio Ángel Pestaña. Ha estudiado la presencia del fascismo en España, los quintacolumnistas en la CNT y es un gran estudioso del pestañismo.

Este libro forma parte de la historia de los desposeídos, de la que algunos pretenden confundir con una “historia militante”, hipocresía de aquellos que pretenden defender su historia oficial y apartar a ésta de la reconstrucción de nuestro pasado. Es un libro honesto y riguroso.

También pretende romper una lanza en favor de uno…

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Ángel Pestaña: ¿falangista? [La Linterna de Diógenes]

Ser Histórico

SPOILER: Pestaña no tuvo nada que ver con el falangismo

Junto con el historiador Sergio Giménez, autor de Ángel Pestaña, falangista. Anatomía de una mentira histórica (Piedra Papel Libros), recorremos la figura de este relojero sindicalista, figura prominente de la CNT.

Nos introduciremos en el Partido Sindicalista, en la reunión que tuvo con José Antonio Primo de Rivera. Las razones de Falange para intentar atraerle a sus filas, los mitos y mentiras construidos durante el franquismo alrededor de su figura…

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«La casita blanca», primer texto original de Ángel Pestaña

El 19 de mayo de 1910 ya encontramos su primer artículo de prensa, aparecido en el semanario anarquista Tierra y Libertad y titulado «El comunismo entre los mormones»; sin embargo, este texto no es sino la transcripción de otro aparecido en francés en el diario Le Cri d’ Alger (Santos, 2012).

«La casita blanca» también fue escrito desde Argel, donde residió el berciano desde 1909 hasta 1914. Apareció en Pro-Patria, semanario español de unión franco-española y alianza latina, dirigido por Francisco de Asís Cabrera, un militar alicantino veterano de la Guerra de Cuba, y cuyo nombre evoca una organización irredentista italiana paralela. Desconocemos cómo Pestaña llegó a publicar el texto y no volvió a colaborar más con dicha publicación.

Fuente: https://gallica.bnf.fr

LA CASITA BLANCA

Después de haber concluido mi trabajo cotidiano, salí de mi casa en busca de oxígeno para mis pulmones y entretenimiento de mis pensamientos.

Me encaminé hacia la Villa. Durante mi camino, ni las carcajadas sonoras de las mozas que pasaban por mi lado, ni el continuo ir y venir de las gentes de negocios, marchando con rapidez acelerada, ni el chasquido que produce el látigo del carretero cuando arrea, ni el incesante tran tran de los tranvías eléctricos, podían sustraer de mi mente el pensamiento que la ocupó todo el día. Todo esto pasaba por mi lado o ante mi vista sin que yo le prestara atención, molestándome en vez de distraerme.

Después de haber cruzado algunas calles, apareció ante mi vista el puerto y en su bocana un vapor que majestuoso avanzaba con rumbo al punto de su amarre. Sobre cubierta todo era agitación; el Capitán, desde el puente, daba órdenes que los marineros ejecutaban con rapidez; los pasajeros hablaban con animación, los unos recordando su anterior estancia en Argel, los otros elogiando el panorama que presenta la Villa y sus alrededores, admiración que produce a los que llegan a esta capital africana, en la que tanto sufrió el inmortal Cervantes.

Todo esto, aunque me llamó la atención, no logró despejar mi cerebro, no obstante su atractivo, y dirigí mis ojos hacia el horizonte, hacia la inmensa llanura de agua, pues era ella, sólo ella, la que me separa del terruño que me vio nacer; ella la que me separa de aquella blanca casita, en la que mi idolatrada madre arrulló los primeros sueños de mi infancia y por la que tanto suspiro.

Me parece que fue ayer cuando mi padre nos dijo: «No hay más remedio, hijos míos: es necesario abandonarlo todo, las necesidades obligan; grande es el amor que tengo a estos árboles que me dieron sombra cuando en los momentos de reposo os tenía en mis brazos después de regresar del campo. Siempre suspiraré por ti, ¡oh, pequeña y blanca casita de mis amores!, cuando en país extranjero vengan las horas de melancolía y me acuerde de los plácidos días pasados bajo tu techo; pero es necesario… es necesario…». Y un raudal de lágrimas inundaba las tostadas y ya arrugadas mejillas de aquel pobre campesino; pero no había más remedio que abandonarlo todo… ¡No lo había!

Aquellas palabras, aquel llanto lo tengo grabado en mi memoria con carácteres imborrables, y aquel amor al terruño, a la casita blanca, lo tengo en mi corazón. Nada han podido hacer por extinguirlo los años de ausencia forzosa, lo siento en mí y en vez de disminuir con el tiempo, se desarrolla en mi alma con una pasión asombrosa.

¡Oh, amor al terruño! ¡Oh, recuerdo grato de mi casita blanca!

Ángel Pestaña,

Argel y julio de 1910.

Pro-Patria, núm. 4, 7 de julio de 1910, pp. 13-14. Disponible en: https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k6337390c/f13.item.r=%C3%A1ngel%20pesta%C3%B1a.zoom (consulta: 22-2-2020).

Bibliografía:

VILAR, Juan Bautista (1989), Los españoles en la Argelia francesa (1830-1914). Murcia: Universidad, Centro de Estudios Históricos, CSIC.

SANTOS , María-Cruz (2012): Ángel Pestaña “Caballero de la Triste Figura”.Sttutgart: Editorial Académica Española.

Nuevo libro sobre Á. Pestaña

El pasado 11 de diciembre se cumplió el 82 aniversario de la muerte de una de las figuras más relevantes de la historia del movimiento obrero español, Ángel Pestaña. Coincidiendo con la efeméride, os anunciamos que a principios de 2020 Piedra Papel Libros publicará Ángel Pestaña, falangista. Anatomía de una mentira histórica, un libro, sin duda necesario, del historiador Sergio Giménez (colaborador del portal de divulgación Ser Histórico. Portal de Historia y responsable del presente blog).

«Han sido más de tres años de trabajo y de batalla (cambio de editorial incluido) dedicados a escribir una amplia biografía del anarcosindicalista leonés y a explicar lo que fue su Partido Sindicalista, para después limpiarle la roña falangista y recolocarlo donde siempre estuvo: frente a todo tipo de totalitarismo y, en este caso, contra el fascismo.

Con todo, el resultado no hubiera sido el mismo —no es falsa modestia, os lo aseguro— sin la colaboración de quienes leyeron el borrador y/o respondieron mis consultas. Me refiero a Jesús Díaz Herrera, autor del prólogo. A María-Cruz Santos, quizá la persona que mejor conozca al berciano. A Miguel A. Varela, apasionado también por su figura. A los compañeros de Ser Histórico. Portal de Historia, en especial Luismi García, Fran Andújar y Fran Fernández, quienes me ayudaron a tomar distancia para abordar mejor algunos asuntos. A Marcelo Guillén, que me dejó leer su trabajo inédito de fin de máster Una aproximación a la ideología del Partido Sindicalista (Universidad de Valencia, 2015). A Carlos Díaz, que me puso en contacto con antiguos miembros del Partido Sindicalista reconstituido tras el franquismo, entre ellos Javier Espinosa y Paco Zugasti, quienes nos aportan su testimonio. Y a Antonio Eduardo Pascual Martínez (Sit tibi terra levis), con quien mantuve largas conversaciones que me permitieron escudriñar el ideario de un militante de la Falange Española de las JONS (Auténtica) durante los años de la —mal llamada— Transición.

Por último, quisiera dar las gracias a Jordi Maíz por mantener las puertas abiertas de su Calumnia Edicions. A Araceli Pulpillo, diseñadora de la cubierta. Y a mi editor, Juan Cruz, quien me puso en trato con la familia Pestaña y confió en el proyecto a pesar de los pesares.»

Ya a la venta en librerías de confianza y en la web de Piedra Papel Libros.

Biblioteca de la Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, en Madrid.

No queremos que se nos confunda con la gente llamada de orden [conferencia de Ángel Pestaña]

Domingo, 9 de febrero de 1936, diez y media de la mañana. Mitin monstruo del Frente Popular durante la campaña electoral para las elecciones generales de febrero. Una hora antes de la señalada para dar comienzo el acto, el Salón España del Puente de Vallecas (Madrid) estaba ya completamente lleno.

Asistentes al acto. Foto: Alfonso.

Había sido organizado de modo que pudiese celebrarse simultáneamente en seis teatros, en cada uno de los cuales había de hacer uso de la palabra un orador. Existía el propósito de que en todos los locales se oyesen los discursos pronunciados en los restantes salones, transmitiéndolos por teléfono y difundiéndolos por medio de altavoces, pero esta parte del programa no pudo desarrollarse porque la instalación telefónica no funcionó, no se sabe por qué causas, y sólo pudo oírse en todos los locales la apertura del acto, hecha desde el cine Madrid, y el primero de los discursos pronunciados, que fue el de Ángel Pestaña. Después de hablar, la comunicación telefónica quedó cortada.

En un momento del acto en el Salón España. Foto: Alfonso.

Salutación

Pueblo y trabajadores madrileños: Sean mis primeras palabras de salutación y lleven un abrazo fraternal del partido que represento a los que ocupáis estos locales, donde se celebra este gran mitin. Y sean mis segundas palabras, más significativas y emotivas, para los compañeros que en las cárceles y presidios de España, con el corazón en alto, esperan, no sólo el calor de nuestro afecto, sino que de esta Jomada salgan los cauces que les lleven a la libertad y les devuelvan a sus hogares.

Ignominias de las derechas.

Dicho esto voy a repasar, a vuelo de pájaro—porque no hay tiempo para más—, las ignominias que las derechas han cometido con nuestro país. En las palabras de apertura del acto que se han pronunciado desde el Europa se ha dicho, y lo ratifico, que hay en España dos corrientes: la revolución y la antirrevolución.

Pues bien: nosotros, los del Bloque Popular Antifascista, decimos con todo orgullo que somos la revolución, y que siempre seremos la revolución y que lucharemos frente a lo viejo que se hunde. No queremos que se nos confunda con la gente llamada de orden. Para esas gentes, el orden significa jornales de hambre, censura de Prensa y opinión, robos a mansalva, explotación de campesinos que mueren de hambre…

Quieren tenernos bajo sus botas.

Nos vamos a jugar una carta peligrosísima. No digo yo que nos jugamos el porvenir de la clase trabajadora de España, porque ésta crece por encima de este problema; pero sí, insisto, que nos jugamos una carta muy peligrosa, porque los que, en nombre del orden, pretenden atraerse al pueblo para detentar el Poder, sienten y piensan que es preciso que no podamos tener libertad de movimientos y quieren tenernos bajo sus botas, desesperados y hambrientos.

¿Qué han hecho en dos años? Cabe preguntar: ¿Qué han hecho las derechas en los dos años que han gobernado? ¿Es que, acaso, han resuelto el problema del paro o lo han intentado razonablemente al menos? ¡No, porque la situación es cada vez más angustiosa!

¿Es que han encauzado nuestra economía? ¿O han hallado nuevas fuentes de riqueza? ¿O han establecido una rígida justicia para las clases trabajadoras? jNo; no han hecho nada de eso! Se han limitado a robar en perjuicio de la colectividad. Entonces, ¿qué podemos esperar de la actuación de estas clases privilegiadas? ¡Nada; bien comprobado lo tenemos! Por tanto, es preciso que los trabajadores reaccionemos contra este estado de cosas, porque en estos momentos nos jugamos mucho: nos lo jugamos todo.

Los elementos de orden a que vengo refiriéndome invocan, como algo extraordinario, el predominio en otros países de regímenes de excepción. Por ejemplo, el fascismo italiano. ¿Qué podría deciros yo del fascismo italiano? ¿Cómo hablaros del nacionalsocialismo alemán? Esto no es nuevo para vosotros; de sobra sabéis lo que esos sistemas encierran.

Liberación total

Al iniciarse la última semana de la campaña electoral, no podemos ofrecer nada. Pero sí debemos fijar nuestra atención en hechos concretos e indispensables. Hablar de amnistía, para mí quiere decir liberación absoluta de todos los caídos por defender el concepto de libertad y justicia. ¡Pera liberación total, firme, sin sombras en la concesión! ¡Liberación absoluta! (Ovación imponente)

Después, de una manera tajante, es preciso que el pueblo que vive sufriendo la tragedia del paro forzoso se ponga a trabajar para que entre la tranquilidad indispensable y merecida en los hogares proletarios.

Transformación

Y queda una cuestión importantísima: toda revolución es un torrente devastador que produce daños a ciegas en el enemigo. Todos estos daños tienen una justificación y requieren una sensación de equidad y Justicia. Por eso es preciso que, en nombre de esa equidad y esa justicia, pasado el 16 de febrero, sean reintegrados a sus puestos de trabajo los millares de represaliados que fueron señalados con el dedo por la reacción a raíz del movimiento de Octubre.

Los llamados a gobernar después del día 16 no deben olvidar, y nosotros debemos recodárselo a cada momento, que no es justo ni tolerable que las Compañías millonarias se enriquezcan más aún sobre la miseria de los hogares humildes.

Después habrá que pensar en realizar una profunda transformación que no se hizo el 14 de Abril (gran ovación), y que no puede haber disculpes para dejar de llevarla a cabo ahora. Este compromiso solemne es tan fundamental que no puede ser olvidado ni un instante por ningún hombre de izquierdas. España ha de reconstruirse y ha de saber llegar al campo donde están nuestros hermanos sufriendo más hambre y más penalidades aún que los que vivimos en las ciudades.

Las llamadas gentes de orden han gobernado dos años sin hacer esto, que podían haber realizado y que tenían prometido; pero, en cambio, no se han preocupado ni siquiera de encubrir sus lacras: han actuado a cartas vistas, porque los proletarios estaban vigilantes.

Justicia rígida y serena

Y ahora, nosotros, en nombre de la generosidad y de la Justicia, debemos y podemos y tenemos que regir los destinos de nuestro país. (Una voz interrumpe diciendo: «¡Para los traidores, la horca»!) No es la horca lo que necesitamos, sino más bien otra cosa. No hemos de propugnar una política de odios, sino de justicia. Y no de justicia amañada como ellos han hecho, sino de Justicia a secas, de Justicia rígida y serena (ovación).

Saludo a las Juventudes

Quiero que mis palabras finales sean para las Juventudes que han organizado este gran acto de propaganda. Vosotros representáis la vitalidad y la energía, sois el elemento revulsivo y tenéis una gran perspectiva de existencia. ¡Continuad y superad nuestra obra! Seguid adelante sin olvidar aquella frase del pensador que dijo que “más vale un campo lleno de cadáveres que una ciudad llena de esclavos”.

(Una imponente ovación subraya las palabras finales de Ángel Pestaña, y el público da vivas al Bloque Popular y al proletariado.)

Fuentes:

– «En el Salón España. Ángel Pestaña dice: No queremos que se nos confunda con la gente llamada de orden», La Libertad, 11-2-1936, Madrid, p. 5.

– Uría Fernández (2007): Vallecas, en la mirada de Alfonso. Imágenes recuperadas (1921-1936). Madrid: Vallecas Todo Cultura.