Disponible online ‘Marín Civera y Luis Abad. En pos de un nuevo humanismo’(2018), de Ricardo Tejada.

La fundación Banco Santander, editora del trabajo y poseedora de los derechos de autor, ha liberado recientemente este trabajo biobibliográfico de uno de los grandes olvidados del anarcosindicalismo y del sindicalismo político.

Se puede encontrar en pdf en el siguiente enlace https://www.fundacionbancosantander.com/es/cultura/literatura/en-pos-de-un-nuevo-humanismo

Ricardo Tejada (San Sebastián, 1965) es profesor de Civilización de España moderna y contemporánea en la Universidad de Le Mans (Francia) e investigador del hispanismo filosófico y el exilio. Ha publicado libros como De una sensibilidad por venir. Ensayos de estética contemporánea (2008), la edición crítica de los Escritos sobre Ortega de Maria Zambrano (2011, Trotta) o Briznas del tiempo (2014, Endymion).

En este trabajo, Tejada recoge algunos de los numerosos artículos que Civera publicó en la prensa en los años republicanos y en el exilio, así como su trilogía de ensayos del exilio Presencia del hombre (1947), Rebelión del hombre (1948) y El hombre, visto por los grandes hombres (1956). Sin embargo, lo más interesante, en nuestra opinión, es la magistral introducción biobibliográfica, para cuya elaboración el autor contactó con los descendientes de Civera en México y tuvo acceso a su archivo familiar.

Marín Civera Martínez (1900-1975), durante su exilio en México.

Pedro Luis de Gálvez

Foto de portada: A la salida de una conferencia de Pestaña en el Ateneo de Madrid, en junio de 1931. En el centro de la imagen, junto a Pestaña.

Javier Barreiro

GÁLVEZ, Pedro Luis de (Pedro Luis de Gálvez y López), Málaga 3-V-1882 – Madrid, 24-XII-1940. Escritor bohemio.

Hijo de un empleado de ideas muy conservadoras, recibió una estricta educación con profesores eclesiásticos para después ingresar en el seminario, de donde escapó. Una vida altamente turbulenta y llena de increíbles episodios lo llevó al correccional, a la Academia de Bellas Artes de San Fernando, con dieciséis años, a París, para seguir perfeccionándose en el arte pictórico y, finalmente, a la cárcel por sus soflamas antimonárquicas. Entre los muchos meses en espera de juicio que estuvo encerrado en Cádiz y la condena que cumplió en el penal de Ocaña pasó cuatro años en prisión, a menudo, en condiciones infrahumanas. Sin embargo, allí escribió sus primeros libros, La Cochambrosa, En la cárcel Existencias atormentadas y obtuvo un premio con “El ciego de la flauta”, en el Concurso Nacional de Cuentos, promovido por

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José María Carnicero, dibujante (1911 – 1950)

José María Carnicero. Fuente:
Fuente: tebeosfera.com

José María Carnicero Hernández (Madrid, 1911 – Badalona, 1950) era hijo de José Carnicero Rodríguez, un arquitecto modernista, político republicano y concejal del Ayuntamiento de Madrid, y de Elena Hernández Brotons.

 


Entrevista de Jordi Artigas a su nieta Paula Carnicero, Mirasol, 22-3-2018. Fuente: http://www.lamemoriadelsdibuixants.cat

De joven lo encontramos en El Escorial junto a su familia, donde dibuja y vende retratos y caricaturas a otros veraneantes. En 1930 expondrá en el casino de la localidad, donde abundaron dibujos de políticos y escritores.  

Entre 1924 y 1926 colaboró en la revista de viñetas La Sombra, y durante los años republicanos dibujó en el semanario satírico, antimonárquico y anticatólico La Traca (Valencia), ambos del sello Carceller. También trabajó para el escenógrafo, decorador y director artístico de cine y teatro alemán Sigfrido Burmann, ayudando en las escenografías.


Fuente: valenciaplaza.com

Según el expediente del Consejo de Guerra sumarísimo que lo juzgó al terminar la Guerra Civil, se significó en la huelga general de Octubre de 1934, y cuando estalló la guerra estaba afiliado al Partido Comunista.


Fuente: valenciaplaza.com

Sin embargo, pertenecía al Partido Sindicalista. En octubre de 1936 lo encontramos como miliciano en el 2º Batallón del Regimiento Ángel Pestaña nº 9, compuesto originariamente por afiliados al sindicalismo político. Además, fue uno de sus principales cartelistas y trabajó en sus principales diarios: Mañana, El Pueblo y El Sindicalista (del que ya formaba parte del Consejo de Redacción en agosto de 1936).


Carnicero, 1937.

Cuando acabó la guerra estaba en Valencia. Partió entonces hacia casa de unos amigos de la familia que vivían en La Coruña para que lo acogieran, pero lo delataron al enterarse de que era de izquierdas. Enseguida intentó salir de España, por lo que se trasladó a Madrid, donde logró documentación falsa con la intención de entrar en una embajada.


Carnicero, 1937.

El 30 de abril fue detenido por sus antecedentes políticos y condenado a 30 años de prisión por delito de adhesión a la rebelión militar en juicio sumarísimo oficiado en Valencia el 10 de junio de 1940:

[por publicar] en el semanario La Traca dibujos e historietas en los que se insultaba a los invictos Generales del Ejército Español para la publicación de los cuales se entendía directamente, según sus propias manifestaciones, con el Vicente Miguel Carceller.[1]

Es el mismo proceso que condenó a muerte a Carlos Gómez Carrera Bluff y Vicent Miquel Carceller. Carnicero en total sólo cumplió 3 años de prisión en el monasterio de San Miguel de los Reyes de Valencia. Se le conmutó la pena por destierro, por lo que no pudo regresar a Madrid, se instaló en Badalona y tuvo que presentarse mensualmente ante las autoridades.

Durante su reclusión ilustró el cuento infantil Tilín, escrito por el cenetista José Pellicer para su hija Coral poco antes de ser fusilado, junto a su hermano Pedro, el 8 de junio de 1942. Aunque la niña, de 5 años, pudo despedirse de su padre días antes del fusilamiento, será el tercer hermano, Vicente, quien le entregue el cuento en mano algún tiempo después. Contiene textos donde José le cuenta a su hija que ha atrapado una estrella que cuidará de ella cuando no esté.

Dibujo en Tilín. Fuente: Miguel A. Fernández (Fundación Anselmo Lorenzo)

Ya en libertad, pudo trabajar desde 1943 en los dibujos animados del largometraje Garbancito de la Mancha (1945), elaborado en los estudios Balet & Blay; en concreto fue codirector técnico, encargado de las ilustraciones hechas por un equipo de 30 dibujantes. Asimismo, es posible encontrar dibujos suyos en el primer número de los Cuentos Ilustrados Infantiles (1944), del sello Prisma, y portadas de El Zorro para la Editorial Mateu. Publicó también siete números del tebeo infantil Polilla y su cabra maravilla, muchas ‘auques’(estampas) por encargo para comercios y fiestas mayores (barrios de Gracia y Sants), y dibujos en la revista conmemorativa del 50 aniversario del Fútbol Club Barcelona.


Carnicero, Jaime Parera, Edith Frank y Rosa Galcerán en los estudios de Balet y Blay (1944). Fuente: Colección Jordi Artigas.

Un mes de 1949 no se presentó al juzgado, por lo que fue encarcelado en la Modelo de Barcelona. Allí enfermó y falleció a los 38 años. No pudo acabar un cortometraje de dibujos animados en que estaba trabajando. Probablemente sus restos estén en el cementerio de Badalona.

Tuvo una hija en 1938, llamada Elena, y un hijo, Jose María, nacido en 1942 y fallecido ochos años después.


Aventuras de Polilla y su cabra Maravilla, cuento ilustrado. Fuente: todocolección.net


FUENTES:

  • BARRERO MARTÍNEZ, Manuel (2015): Sistemática de la historieta. Aplicación al caso de la historieta y el humor gráfico en Sevilla: 1864-2000. Sevilla: Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.
  • CANDEL, José María (1993): Historia del dibujo animado español. Murcia: Editora Regional de Murcia.
  • CHAVES, Óscar: “Represión. Resiliencia. Redención: artistas en las cárceles en los años cuarenta”, en Catálogo de la exposición Campo Cerrado. Arte y poder en la posguerra española. 1939 – 1953. Madrid: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2016.
  • Entrevista de Jordi Artigas a Paula Carnicero, en La memòria dels dibuixants. Disponible en https://vimeo.com/268785084 (consultado el 27-2-2019.)
  • Información aportada por Miguel A. Fernández, de la Fundación Anselmo Lorenzo, donde conservan una copia digitalizada del cuento Tilín.
  • Ficha de José María Carnicero Hernández. Centro Documental de la Memoria Histórica, DNSD-SECRETARIA, FICHERO, 10, C0075477.
  • SANTOS, María-Cruz (2012): Ángel Pestaña “Caballero de la Triste Figura”. Stuttgart: Editorial Académica Española.
Postal de 1936

Agradecemos a Jordi Artigas su amabilidad y la aportación de fotos y vídeo.

NOTA:

[1] Expdte. depositado en el Archivo General e Histórico de Defensa de Madrid. En CHAVES, Óscar: “Represión. Resiliencia. Redención: artistas en las cárceles en los años cuarenta”, en Catálogo de la exposición Campo Cerrado. Arte y poder en la posguerra española. 1939 – 1953. Madrid: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2016, p. 165. Desconocemos su signatura.