Antonio Castillejo García

Fuente: Boletín electoral de candidatos del Partido Sindicalista a las elecciones generales de 1979. Archivo particular Francisco Zugasti.

Este ferroviario madrileño se vino al mundo en 1904. En 1921 ingresó en la capital en el depósito de máquinas de la Compañía de Ferrocarriles de Madrid, Zaragoza y Alicante (MZA). Ese mismo año se afilia a la Federación Nacional de la Industria Ferroviaria (FNI), adscrita a la CNT.

Interesado por la literatura, en 1927 escribe su primera novela, La muerte por egoísmo, y al año siguiente publica La pureza del amor, que será bastante leída entre los ferroviarios. Todo ello, junto a la lectura deautores socialistas (en especial a Bakunin, Proudhon, Sorel y Anselmo Lorenzo), le permite empezar colaborar en la publicación Cultura Ferroviaria, así como en otras cabeceras anarquistas y socialistas.

Durante los años de la Dictadura de Miguel Primo de Rivera, combinado con su trabajo de guardagujas-telefonista, empieza estudios de practicante, que concluye en 1930. Desde la dirección de la compañía lo llaman entonces para proponerle la jefatura del botiquín del depósito de máquinas de Sevilla, cargo que acepta; pero la denuncia ese mismo día de un artículo suyo en Cultura Ferroviaria, en que defiende a un trabajador despedido, provoca la retirada de la oferta.

A partir de ese momento se dedica a analizar en profundidad las diferentes compañías ferroviarias del país y llega a la conclusión de que roban y explotan a sus trabajadores hasta límites intolerables; por ello escribe tres artículos en primera plana en el diario republicano madrileño La Tierra. La reacción de la empresa no se hizo esperar y fue suspendido de empleo y sueldo bajo amenaza de baja definitiva si no se retractaba. Tanto el Comité nacional de la FNIF como compañeros de diferentes localidades (Talleres Generales de Madrid, Albacete, Vilanova i la Geltrú, Alcázar de San Juan, etc.) se solidarizaron con él y amenazaron con ir a la huelga, por lo que a la compañía MZA no le quedó más remedio que publicar una nota en el diario La Libertad explicando que levantaban las sanciones contra él.

En 1932 fue elegido miembro del Comité nacional de la FNI y director de Cultura Ferroviaria, puestos que ocupará hasta 1934. Próximo a Pestaña, fue expulsado de la FNI por firmar un manifiesto treintista, y elegido delegado de la Federación Sindicalista Libertaria en la Alianza Obrera antifascista. En 1934 ingresará en el Partido Sindicalista (PS). Escribe durante aquel periodo en Solidaridad Obrera (Barcelona), Sindicalismo (Barcelona), La Tierra, CNT (Madrid), La Verdad (Huelva), Heraldo de Madrid y algún que otro artículo en La Libertad (Madrid). Yotra vez vuelve a ser sancionado por la MZA.

Detenido y procesado a causa de los sucesos de octubre de 1934, fue encerrado en la Modelo y trasladado a la cárcel de Valencia por la Guardia Civil. Allí escribió Represión. Impresiones de octubre (Valencia: Cosmos, 1935), que tuvo cierto éxito.

Tras el 18 de julio de 1936 se alistó en el 2º Batallón del Regimiento Ángel Pestaña. Fue elegido representante del PS en la Organización de Transportes de Madrid y su provincial, así como su delegado en Hospitales. Además, fue vicesecretario del Frente Popular en Madrid hasta el final de la guerra.

Desde los secretariados sindical y político del PS fundó las Escuelas Ángel Pestaña, que agrupaban más de 2.500 alumnos: la nº 1 en Zurbano, 3; la nº 2 en la calle Alcalá Galiano, y la nº 3 en Giner de los Ríos. También creó una sección técnico sanitaria conformada por 150 médicos, cirujanos y especialistas, encargada de elaborar proyectos para Madrid y sus frentes.

Conferenció a menudo: Radio Nacional, Puerta del Sol, etc. Su disertación Los planes del fascismo y la debilidad de las democracias, pronunciada el 23 de octubre de 1938 en el domicilio del Sector Sur del PS madrileño, fue impresa y editada con prólogo de Natividad Adalia (Madrid: Ediciones del PS).

En estos años sigue colaborando en CNT y el Heraldo, y se incorpora a El Sindicalista. Además, en 1938 escribe y publica España ante el Mundo (Madrid: Marsiega), en que ofrece una visión republicana de la situación española durante el conflicto civil.

Acabada la guerra sufrió dos detenciones, pero logró recuperar la libertad y se trasladó dos años a vivir a Hellín (Albacete). En 1942 retoma la lucha antifranquista, por lo que en 1947 será detenido, incomunicado 13 días en Carabanchel y condenado a 4 años en consejo de guerra, pena que cumplió íntegra. Ahora sí, fue expulsado definitivamente de MZA e inhabilitado para ejercer cargos públicos por el tribunal militar.

Durante su presidio en Carbanchel escribió El ferrocarril de la dicha, censurada y no publicada, y en 1957 adaptó para el cine El estudiante cantor, proyecto que tampoco prosperó. En 1975 publicó la biografía del polaco Mieczslaw Toloczko, titulada De Varsovia a Benidorm (Madrid: Studium).

Se afiliará al PS reconstituido durante la Transición, siendo candidato por Madrid a las elecciones generales de 1979.

Fuente: Archivo particular Francisco Zugasti

FUENTES:

Carta de Antonio Castillejo al Comité provincial de Castilla del Partido Sindicalista. Archivo particular Francisco Zugasti.

CAUSA GENERAL. Archivo Histórico Nacional, FC-CAUSA_GENERAL, 77, Exp.20.

Fichas de Antonio Castillejo García. Centro Documental de la Memoria Histórica, DNSD-SECRETARIA, FICHERO, 11, C0111829 y C0111830.

ÍÑIGUEZ, Miguel (2008), Enciclopedia histórica del anarquismo español. Vitoria: Asociación Isaac Puente.

MATEOS FERNÁNDEZ, Juan Carlos (1996), Bajo el control obrero. La prensa diaria en Madrid durante la guerra civil [tesis doctoral]. Madrid: Facultad de Ciencias de la Información, Universidad Complutense.

Ángel Pestaña: “Movimiento sindical y político en España”, Pravda, 1920.

El historiador Andrey Fedorov, arqueólogo especialista del Metropolitan Archaeological Bureau de Moscú, encuentra y traduce dos artículos que el anarcosindicalista leonés Ángel Pestaña publicó en el diario Pravda durante su viaje al Segundo Congreso de la Internacional Comunista, en el verano de 1920.

Es bastante conocido que Pestaña se llevó una pésima impresión de la revolución rusa en general. Lo mismo que sobre el Congreso en particular. La decepción del berciano fue tremenda al barruntar que los acuerdos allí adoptados estaban preparados de antemano. Pudo comprobar la inexistencia de actas y que no se respetaba el voto por países ni los 10 minutos de intervención de los delegados,tal y como se había acordado al principio. Además, la traductora se cansaba mucho al hablar 4 idiomas, ralentizando el ritmo, por lo que el leonés propuso el esperanto como idioma auxiliar. Nunca obtuvo respuesta.

En adelante se abstuvo en todas las votaciones y sólosubió a la tribuna para declarar que él representaba a un sindicato antipolítico. Comparando lo que presenció con el funcionamiento del Parlamento español, escribió:“Suprimamos el presidente del Congreso y pongamos en su lugar los componentes del banco azul, y tenéisorganizado un Congreso con su Praesidium” (Pestaña, Memoria al Comité Nacional de la CNT de su gestión como Delegado en el II Congreso de la Tercera Internacional, 1921).

Consideraba, por otro lado, que las normas morales que regían la conducta de los representantes extranjeros eran profundamente burguesas, lo cual no dudó en reprochar al mismísimo Lenin durante el transcurso de una entrevista:

¿Con qué derecho hablan de fraternidad esos delegados, que apostrofan, insultan e injurian a los hombres de servicio en el hotel, porque no están siempre a punto para satisfacer sus más insignificantes caprichos? A hombres y mujeres del pueblo los consideran servidores, criados, lacayos, olvidando que acaso alguno de ellos se haya batido y expuesto su vida en defensa de la revolución. ¿De qué les ha servido? Cada noche, igual que si viajaran por países capitalistas, ponen sus zapatos en la puerta del cuarto para que el “camarada” servidor del hotel se los limpie y embetune. ¡Hay para reventar de risa con la mentalidad “revolucionaria” de esos delegados!

Pestaña, Setenta días en Rusia, lo que yo vi, 1924.

El 7 de septiembre comenzará su viaje de vuelta y, tras ser detenido y encarcelado en Italia durante unas semanas, volverá a ser apresado en cuanto pise Barcelona, el 7 de enero de 1921. 

Su juicio, acorde con el parecer del anarcosindicalistafrancés Gastón Leval, asistente un año después al siguiente congreso de la Internacional Comunista en representación de la CNT, fue decisivo para que el anarcosindicalismo español deshiciera sus vínculos con la Internacional Comunista en la Conferencia de Zaragoza (1922). Sin embargo, conviene remarcar que la suya fue una decisión muy meditada; tanto fue así, que aún mantendría la necesidad de permanecer en la Internacional Comunista mientras no se encontrara otra manera más eficaz de ayudar al pueblo ruso.

Pasemos, pues, a reproducir el texto “Movimiento sindical y político en España”.

Caricatura aparecida en Mundo Gráfico en los años 30

Me gustaría describir en estas breves líneas la situación de la clase trabajadora en España, su movimiento sindical y político, para dar una idea de todo esto a los lectores de Pravda y a los trabajadores rusos.

En España, como en todos los demás países, hay dos corrientes entre el proletariado: la revolucionaria y la reformista. La primera trabaja bajo tierra y promueve la propaganda entre los trabajadores industriales y campesinos a través de la Confederación Nacional del Trabajo, una organización sindicalista-revolucionaria cuyo bastión principal se encuentra en Barcelona. Esta organización, que se basa en el punto de vista del comunismo y la lucha de clases revolucionaria, a fines de 1917 contaba con 70 mil adherentes, mientras que el último Congreso de la Confederación, celebrado en diciembre de 1919, contó con la asistencia de 525 delegados de toda España en representación de un millón de trabajadores. Así, la Confederación Nacional del Trabajo logró unir a casi toda la clase obrera de España en dos años, gracias a sus actividades y métodos de lucha.

Pero el gobierno español, alentado e inspirado por la burguesía, hizo todo lo posible para obstaculizar los éxitos de la organización sindicalista-revolucionaria; una semana después del congreso, a finales de diciembre, prohibió a la CNT y arrojó a los combatientes más populares a las cárceles, donde todavía están.

El celo con el que el gobierno español cumple su tarea, y cómo protege los intereses de la burguesía, puede juzgarse por el hecho de que más de 500 de nuestros camaradas están languideciendo en prisión, a pesar de que hemos logrado arrebatar a muchos de ellos de manos de la policía y gendarmes.

La CNT, obligada a trabajar ilegalmente debido a la persecución a la que ha sido sometida durante los últimos dos años, y dado que está prohibido trabajar legalmente, ha crecido en número, ha fortalecido su espíritu revolucionario, y así se convirtió en guía de un movimiento de liberación que difundió la clase obrera y los trabajadores de España.

Además de la CNT, en España existe la Unión General de Trabajadores, una organización sindical que se basa en el punto de vista reformista y es una rama del Partido Socialista español. Para mayor claridad, hablemos primero del Partido Socialista.

Fundado en 1890*, gozó de muy poca influencia entre el proletariado español. Si siguió existiendo, fue solo por la Unión General de Trabajadores. En los últimos años antes de la guerra, sin embargo, había crecido en número e influencia. Pero la guerra, primero, y luego la revolución rusa, mostraron cuán engañoso era el poder de este partido. Su crecimiento en los últimos años se ha hecho a expensas de los pequeños elementos burgueses, quienes, considerándose grandes demócratas, se declararon partidarios de la Entente; éstos eran la mayoría; algunos incluso hablaron a favor de la intervención, rompiendo con su pasado supuestamente socialista.

La guerra fue seguida por la revolución rusa, que produjo un efecto completamente opuesto en las filas del Partido Socialista español. El hecho de que los líderes del partido se declararan solidarios con las democracias de los países de la Entente impresionó a amplios círculos del partido, aunque no sacudió su unidad; pero cuando el partido se declaró neutral en relación con la revolución rusa, y a veces incluso la atacó, se formó una facción de izquierda, que comenzó a hacer más y más demandas al partido, insistiendo en que este último se declarara solidario con la causa de la revolución que tiene lugar en Rusia.

Pero todos los esfuerzos de estos camaradas se vieron afectados por el comportamiento del Comité Central, y en el último Congreso del partido, celebrado en Madrid en diciembre de 1919, la resolución de unirse a la Tercera Internacional fue rechazada, aprobándose la resolución de los llamados «reinstaladores» (Estrasburgo).

A partir de ese momento, una lucha feroz comenzó en las filas del partido, lo que de hecho llevó a que las Juventudes socialistas, que habían estado luchando para unirse a la Tercera Internacional, decidieran abandonar el partido y formar el Partido Comunista Español, que, desde su inicio, se unió a la Tercera Internacional.

Pero la lucha en el seno del Partido Socialista no terminó: a finales de junio, en un Congreso Extraordinario del partido, una mayoría bastante débil adoptó una resolución para unirse a la Tercera Internacional.

Y la Unión General de Trabajadores sigue al partido: hablar del partido significa hablar de ella.

En resumen, hay que decir que todas las fuerzas verdaderamente revolucionarias de España, la CNT y el nuevo Partido Comunista, deben ir de la mano en la lucha por la liberación del proletariado español.

ÁNGEL PESTAÑA

Pravda, nº163, 25.07.1920, Moscú.


* Pestaña se equivoca al fechar la creación del PSOE en 1990, ya que se fundó en 1879.

Jaime Cubedo, Pestaña y el teatro.

Lo poco que sabemos de la vida de este valenciano es que fue un hombre del teatro. Aparece en la prensa de 1930 como gerente de la compañía La Comedia y, más tarde, de otras como la Gámez-Domínguez Luna, Sánchez-Sansó, Balaguer-Pino, etc.  Consolidado en el mundo teatral, se hará cargo de los negocios de la actriz Estrellita Castro. Su esposa regentaba una pensión.

Ángel Pestaña

Amigo íntimo de Ángel Pestaña, en 1931 escriben juntos La Cárcel, drama moral dividido en tres actos que muestra las deficiencias del régimen penitenciario español, escuela de delincuentes, y que será representado en Madrid en octubre del año siguiente en el Teatro Español. En 1934 corrige al sindicalista leonés otra obra titulada Contrastes Sociales para darle mayor teatralidad. Su relación con Pestaña y el teatro nos aporta mucha información sobre los futuros componentes del Partido Sindicalista (PS), muchos de ellos autores de obras de teatro; por ejemplo, la cía. Gámez-Domínguez Luna representó Cada beso un delito, de Ángel de Gregorio; La viuda, de Benigno Bejarano; etc.

Afiliado a la CNT, arrastra a un grupo de gente del teatro (Fernando Collado, Marcos Cejudo, etc.) que organizan lo que será el Sindicato del Espectáculo en Madrid. Por otro lado, pertenece al Grupo de Educación Sindical, cuya sede estaba en la madrileña calle Flor Alta, 10. En este local da conferencias como “Un reportaje político-social” (28-5-1932) o “Los comités mixtos, la UGT y la CNT” (31-8-1932).

Cabecera del diario madrileño La Tierra.

En 1931 escribe en La Tierra; un año después, en mayo, es procesado por injurias a la Guardia Civil en un artículo titulado «La verdad sobre Navalmoral de la Mata. La fuerza pública desorientada dispara sobre tres inocentes criaturas». También en 1932 colabora en Solidaridad Obrera de La Coruña. En fecha indeterminada entra a formar parte también de la Redacción del periódico CNT.

A comienzos de 1934 preside la comisión organizadora del PS en Madrid y mantiene fluida correspondencia con Pestaña. Cuando la edición de El Sindicalista sea trasladada de Barcelona a Madrid, será nombrado Redactor Jefe del periódico vocero del PS. Pasará también a ser miembro del Comité Nacional.

En 1936, elegido Pestaña diputado, se convierte en su secretario personal. Estallada la Guerra de España, el 2 de agosto acompaña al berciano durante una visita a los milicianos del frente de Somosierra para entregarles correspondencia y tabaco. Una granada les cae cerca y veintiún fragmentos de metralla acaban con su vida; mejor suerte corre Pestaña, herido levemente en una pierna. Algunas fuentes sitúan su muerte en el Alto de los Leones (Sierra de Guadarrama).

Su cadáver fue llevado a Madrid, al local del partido situado en la calle San Bernardo, 68 (Francisco Ascaso durante la guerra), donde fue velado hasta las 11 de la mañana del día siguiente. En el entierro, los milicianos sindicalistas le dieron guardia de honor y, ya en el cementerio, hicieron una descarga de fusilería. Pestaña le dedicó unas palabras exaltando su figura y su actuación política. Dijo que otro lo sustituiría, y cuando éste cayera habría otro:

Puede caer la mano que sostenga el fusil; el fusil ha de tener una mano que lo sostenga. La lucha contra el fascismo es dura y a muerte. Se presenta esta disyuntiva: ellos o nosotros. Defendámonos y a la vez aplastemos el fascismo. Que no haya cuartel; hay que obrar sin misericordia, sin sensiblerías impropias de luchadores. (“Ayer se verificó el entierro del camarada Jaime Cubedo”, El Liberal, 5-8-1936, Madrid, p. 10)

Dejó viuda y dos niños pequeños. A las 6 de la tarde del día 22 se celebró una función homenaje a Cubedo en el Monumental Cinema. Hablaron Pestaña y su correligionario Alfonso Vidal y Planas, y actuó después Estrellita Castro a beneficio de su mujer e hijos.

 

Alfonso Vidal y Planas (1891-1965), periodista, poeta, narrador y dramaturgo.

El batallón Jaime Cubedo se formó en Valencia a partir de voluntarios pertenecientes al PS y afiliados a la CNT. Salió de la ciudad el 17 de agosto y fue asignada a la columna Torres-Benedito.

Imagen de entrada: Estrellita Castro (1912-1983).


FUENTES:

  • Archivo Histórico Nacional. FC-AUDIENCIA_T_MADRID_CRIMINAL, 20, Exp.27.
  • ASENCIO GONZÁLEZ, Rafael: «La morena de mi copla», en Tunae Mundi, 5-2-2014. Disponible en http://tunaemundi.com/index.php/publicaciones/sabias/7-tunaemundi-cat/358-morena-de-mi-copla (consultado el 18-4-2019).
  • COLLADO, Fernando (1989): El teatro bajo las bombas en la Guerra Civil. Tragicomedia de Actores, Figurantes, Políticos, Personajes y Personajillos. Madrid: Kaydeda Ediciones.
  • ÍÑIGUEZ, Miguel (2008): Enciclopedia histórica del anarquismo español, Vol. I. Vitoria: Asociación Isaac Puente, p. 470.
  • Hemerotecas ABC, Digital BNE, La Vanguardia.
  • El Sindicalista, 3-8-1936, Madrid.
  • Navío Anárquico. Asociación Isaac Puente. Disponible en:  http://navioanarquico.org/index.php/sangre/combate/C/240 (consultado el 18-4-2019).

Eduard Pons Prades (1920 -2007), por Manel Aisa Pàmpols

Hoy 28 de mayo de 2007 nos hemos despertado con una triste noticia. Eduard Pons Prades después de una larga enfermedad nos ha dejado. Moría en el Hospital de Sant Pau de Barcelona uno de esos grandes antifascistas del siglo XX que desde su juventud fue partícipe de nuestra historia contemporánea. Que ya en su madurez reflejó en al menos una veintena de libros publicados sobre la Guerra civil, la 2ª Guerra Mundial, el maquis y la resistencia al franquismo y al capitalismo, e innumerables artículos en revista especializadas de Historia Contemporáne. Y por descontado siempre, siempre, dispuesto a abrir el debate y analizar las causas de cuanto aconteció en este país.

Reproducimos aquí un artículo aparecido en Solidaridad Obrera ahora hará cerca de un año y medio.

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Eduard en 1944

 

EDUARD PONS PRADES

 El pasado mes de junio, en el paraninfo de la Universidad Central de Barcelona y organizado e impulsado por el catedrático Bernat Muniesa, se celebró un acto de reconocimiento a la persona de Eduard Pons Prades por su dilatada historia, en buena parte  testigo y actor de los acontecimientos del siglo XX que agitaron tanto nuestro país como Europa. Aunque Eduard pronto se apresuró a dejar constancia de que aquel homenaje era un homenaje a todos sus compañeros de lucha por la libertad individual y colectiva.

Al cabo de unos días, por fin, quedamos en un pequeño bar de la calle Valencia con Eduard Pons Prades como tantas otras veces lo hemos hecho, pero esta vez queremos tomar nota y allí nos lo encontramos y nos recibe con júbilo y alegría e inmediatamente la conversación se hace cada vez con más fluidez y una gran dinámica que apenas nos permite tomar buena cuenta de ello en pequeñas cuartillas.

Eduardo nació el 19 de diciembre de 1920 en la calle de Wifred del barrio del Raval, entre la calle de Ponent (hoy Joaquín Costa) y el Tigre. Hijo de emigrantes valencianos, su destino poco más o menos estaba marcado. Por aquellos días Salvador Seguí, y unos cuantos anarcosindicalistas más habían sido deportados a Mahón. Mientras que desde Zaragoza empezaban a oírse los ecos del grupo “Los Justicieros” más tarde “Los Solidarios”.

Aquella era una Barcelona obrera donde el paro era asfixiante y donde ni siquiera los jornaleros con más suerte podían saciar el hambre de sus hijos.

Su padre se había trasladado desde el pueblo de Alboraya (Valencia) a Barcelona en 1916. Tenía la profesión de ebanista siendo uno de los fundadores del Sindicato Único de Elaborar Madera, que en aquel entonces tenía su sede en la Calle San Pablo en el mismo edificio del Cine Diana  y muy cerca del Monumental (en los años del franquismo Jardines de Granada, y ahora con la democracia un pabellón deportivo). Algunos años más tarde en 1925 se pudo montar su propio taller de ebanistería en la calle Viladomat 103. Este taller lo pudo mantener con su esfuerzo hasta el advenimiento de la República, ya que fue durante esos días cuando muchos de sus clientes, en su mayoría burgueses, se enteraron de su condición de anarcosindicalista, por lo que le empezaron a rescindir los trabajos.

A pesar de todos estos inconvenientes, el padre de Eduard, que nunca había perdido contacto con sus orígenes ya que su actividad y curiosidad por los libros le había llevado a encargarse de la biblioteca de la “Casa de Valencia en Barcelona”, donde conoció a Vicente Claver, un acérrimo Republicano Federalista que con la llegada de la República iniciaría un proyecto editorialista con la Editorial Cervantes, siendo el impulsor del día del Libro en la Festividad de Sant Jordi. Así, con una enorme energía y levantando el báculo nos da cuenta Eduard: “Hasta ese día en la festividad de Sant Jordi sólo se regalaban flores”.

Después Eduard retoma el hilo de la conversación y nos habla del nuevo trabajo de su padre en los talleres de Casa Bardina en la calle Aribau 196. Allí estuvo durante un par de años y fue precisamente en este lugar donde su padre se empeñó en que Eduard aprendiera un oficio, por lo que él cada verano a partir de entonces acompañaba al padre con su caja de herramientas y barnices.

Sin embargo, la vocación de Eduard siempre fue la enseñanza, la pedagogía, y hacia ello encaminó todos sus esfuerzos estudiando en la Escola del Treball, en lo que hoy es la Escola Industrial de la calle Urgell.

Su madre, Gloria Prades Núñez, también Valenciana (Almasera), con la llegada de la República pudo entrar a trabajar de telefonista en el Palau de la Generalitat gracias a la buena amistad que había adquirido en la Modelo (1925) el padre de Eduard con Martí Barrera, por aquel entonces Conseller.

Eduard vuelve a levantar el puño con energía: El consejo de mi padre siempre era: “El millor amic un llibre”, y mi tío apostillaba “Sí, pero al costat d’una bona pistola, si no no et faran mai cas”. Sin duda su padre era un anarcosindicalista y su tío, algo más radical, estaba en las posturas faístas. Luego acabará de contarnos que su tío llevó a hombros el féretro de Durruti por toda la Vía Durruti (Vía Laietana) en aquel fatídico noviembre del 36.

Y ya algo más afligido nos comenta Eduard cómo su padre decidió quitarse la vida en marzo del 36. Sin duda se vio venir todo aquello que aconteció y decidió evitárselo.

Un poco antes del periodo republicano, Eduard solía ir a la conferencia que se organizaban en el viejo Asiàtic de la Calle Rosal, así como también años más tarde acudiría con cierta frecuencia a la Escola Racionalista del carrer La Cera nº 2, Labor Germinal, cuyo director era el francés Oliver Bertrand. Allí tuvo la oportunidad de asistir a varias conferencias que Alberto Carsi, geólogo, impartía a los jóvenes que les indicaba buenos conocimientos sobre la historia natural, tanto en geología como de espeleología.

En este punto, al recordar a Alberto Carsi no podemos más que echar mano de la memoria y describiros el primer encuentro de éste (Carsi) con el gran Astrónomo Comas i Sola que muy bien nos cuenta Sara Berenguer en su libro Entre el sol y la Tormenta:Cuando en 1904, en una conferencia que Comas dio en el Ateneu Barcelonés, se encontró con un único asistente en el público, y Comas sin desmoralizarse hizo una alocución como si la sala estuviera repleta para renglón seguido invitar al público (en este caso a Carsi) a continuar el debate en un céntrico Café de la Rambla”. Más adelante Eduard tuvo la oportunidad de volver a cruzarse en la vida de los Carsi.

Pocos días antes del 19 de julio Eduard consiguió el título de Bachiller.  Después del 19 de julio, ilusionado como tantos otros jóvenes de la época, estuvo colaborando activamente en las labores de colectivización del Sindicato de Elaborar Madera que en aquellos días estaba en la calle Diputación 195. Allí estaba Joaquina Dorado de Secretaria del Sindicato. También se ocuparon otros locales como la Iglesia de St. Madrona de Pueblo Seco, que servía de almacén, y se le encargó al Sindicato de Construcción para que junto a esta Iglesia se edificara un pequeño edificio para cubrir las necesidades del sindicato. Se destruyó el Campanario de la Iglesia porque éste servía de punto de mira o referencia a la aviación fascista que perseguía puntos clave como podía ser la central eléctrica del Paralelo.

Sin embargo, Eduard quería ir al frente, pero por su edad le era imposible; así que decidió falsificar su identidad y pudo presentar una documentación en la Escuela de Guerra.

Existían tres campos de entrenamiento de la Escuela Popular de Guerra: en Pins del Vallés (San Cugat del Vallés), Xàtiva y Escorial de la Sierra. Hacia esta última población le mandaron el 20 de agosto del 37, y después de tres meses de formación recogió el título de Sargento de manos del poeta Miguel Hernández, que en aquel entonces era Comisario político de la 46 División, que tenía su Estado Mayor en el Escorial.

Listo para entrar en combate fue enviado a la 105ª Brigada Mixta, que dependía de la 3ª División, en el sector de Guadarrama Occidental, entre los pueblos de Valdemorillo y Zarzalejos, Allí tuvo su bautizo de fuego en diciembre del 37, y después trasladado a Brunete /Quijala cuando el frente poco menos estaba establecido y sólo había pequeñas escaramuzas.

En marzo del 38 tuvo su primer permiso, por lo que se trasladó a Barcelona, vía Valencia y Tarragona. Una vez en Barcelona se fue a visitar a sus compañeros del Partido Sindicalista, que en ese momento tenían la sede en la Rambla junto a los Almacenes Sepu, cuando hubo un bombardeo que afectó varias casas de la calle del Carmen, por lo que se requisaron los coches que en ese momento habían en un corto perímetro. Eduard, aunque nunca había conducido, se hizo con un coche aparcado en la puerta del Partido y se puso al servicio de Evacuación de heridos para transportarlos, en este caso los más leves, hasta el consultorio de la calle Sepúlveda.

El 17 de marzo del 38, cuando el bombardeo fascista en Barcelona alcanzó un camión que trasportaba trilita a la altura de la Gran Vía / Balmes destruyendo 7 u 8 edificios y sembrando de cadáveres toda la zona, él se encontraba en ese preciso momento en la gasolinera de la Ronda Universidad/ Pelayo y la fuerza expansiva de aquel impacto volcó el automóvil y a Eduard lo arrastró más de 50 metros quedando sin sentido. Recobró el conocimiento al cabo de dos días en el Hospital Militar, que en aquella época se encontraba todavía en la calle Tallers. El diagnóstico además de las fuertes contusiones fue de desplazamiento de órganos por lo que estuvo casi un mes en el hospital, concretamente el 15 de abril del 38 recibía el alta médica, pero entonces no pudo volver a la 105 Brigada Mixta porque la Zona Centro ya había quedado aislada de Cataluña, por lo que se presentó en Guisona donde se instruía a los miembros de la Quinta del Biberón. Allí conoció a Joan Llarch, que también daba instrucción a los jóvenes recién llegados, y entre sus soldados de quinta Llarch tenía a Antoni Samaranch hasta que éste en un descuido logró pasar al bando de la España fascista.

La Quinta del Biberón que instruyeron entró en bautizo de fuego con la 60 División en el frente del Segre, en Balaguer, batalla que duró del 25 de abril al 3 de mayo, en la disputa de un montículo que controlaba la zona “El Cerro del Merengue” en el municipio de Sant Romà d’Abella, y luego por un tiempo el frente quedó estabilizado aunque los fascistas llegaron a ocupar un barrio del extrarradio de Balaguer conocido como “La Barceloneta”.

El 24 y 25 de julio del 38 se inicia la ofensiva del Ebro. Eduard atraviesa el río en barca el primer día en la tercera remesa de hombres que cruzan el río. La Batalla duró hasta el 16 de noviembre y nos asegura que hubo 5 ofensivas republicanas y lo que se conquistó en una semana a los fascistas les costó 104 días recuperarlo. Después lo de siempre: el desaguisado de las armas, los barcos rusos y checos llegaban hasta el puerto de Burdeos y después en tren hasta la frontera Puigcerdà, pero este último tramo era un calvario y Francia hacía todo lo posible para que no llegaran, y nunca llegaron. Si no otro gallo hubiera cantado en la Batalla del Ebro.

Después la desbandada, aprovechando el carnet de cuando conducía la ambulancia, se presentó a Josep Robusté Parés, que era el Inspector General de Evacuación, y fue encargado junto a otros compañeros para la evacuación de heridos por todos los Hospitales desde Barcelona hasta la Frontera francesas. Así es como desde el 15 de diciembre del 38 al 10 de febrero del 39 consiguieron sacar del país a 10.300 heridos. Los últimos que recuerda fueron 15 heridos Internacionales que se encontraban la noche del 9 al 10 de febrero en un hospital improvisado en Garriguella.

Él salió de Cataluña por Port Bou en marzo del 39, unas horas antes de que los fascistas llegaran al paso fronterizo. Una vez en Francia, aprovechando la documentación de herido de guerra, tuvo la suerte de que lo mandaran al hospital de Carcassone donde estuvo 12 días.

Allí una familia valenciana que hacía tiempo ya vivía en Francia y que ya hacía unos meses se había hecho cargo de sus hermanos, lo reclamaron, así que se fue a vivir con ellos a  Bloumac (cerca de Carcassone) donde trabajó de “oficial porquero”  cuidando cerdos en la campiña.

Este mismo año toma los primeros contactos con el ejército francés y con el maquis, y al año siguiente colabora en el grupo “Solidaridad Española”.

En 1942 ingresa en los grupos de acción de la resistencia española del Aude. Es responsable coordinador de los diferentes grupos guerrilleros españoles junto a Manolo Morató y Tomás Martín hasta los últimos combates por la liberación de Francia en Agosto de 1944.

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Colaborando incluso con los grupos de evasión tanto de Ponzán como de Manolo Huet (éste último había sido uno de los “Nanos de Eroles” de la Barcelona revolucionaria) y ahora en Francia se dedicaba a salvar vidas de judíos y de aliados por vía marítima. En esta Francia ocupada por el nazismo tuvo la oportunidad de salvar de las garras de la Gestapo a su maestro Alberto Carsi, que estaba perseguido por anarquista, masón y judío.

El 14 de octubre del 44 entró por primera vez en clandestinidad a España visitando Euskadi, Oviedo, Madrid, Valencia y Barcelona hasta el 11 de noviembre para ver cómo se encontraban los compañeros del Partido Sindicalista.

Luego volvió de nuevo a España pero esta vez la suerte no le acompañará y el 5 de enero de 1946 será detenido cuando se disponía a volver a Francia con un guía del grupo de Quico Sabater: el guía pudo escapar cerca de Puigcerdà, pero él fue conducido a Pont de Molins donde estaba el Servicio de Información del Ejército.

Eduard llevaba unas notas en la pierna entre las hojas de un periódico de la época El Español. En un momento del viaje pidió ir al monte para hacer de vientre y aprovechó para desprenderse de los papeles manuscritos que portaba, pero otra pareja de guardia civiles que los iba siguiendo los recuperó y al llegar a Pont de Molins  se encontró con los papeles encima de la mesa del comisario.

De allí lo enviaron a Salt, donde de maestro de la cárcel estaba  Josep Pallach  y ambos estudiaron una estrategia para que él llegara a Barcelona con unos días de fiesta de por medio. Así es como llegó a Barcelona un día antes del 26 de enero, fecha en que el franquismo celebraba la “liberación” de Barcelona.

Pudo escapar gracias a un primer soborno que debía servir como fianza mientras llegaban todos los informes, pagado por el hermano de Alberto Carsi, Ricardo al inspector de policía de vía Layetana que no conocía todavía los informes, sobre su peligrosidad.

Inmediatamente Eduard marcha hacia Valencia donde tenía familiares que lo recogieron. Y allí pudo refugiarse por un tiempo, antes de volver a partir hacia Francia hasta el año 1962, cuando de nuevo vuelve a España, concretamente a Extremadura, de donde era su compañera, y allí sobrevivir como tantos otros ibéricos.

A pesar de todo no esperó a la muerte del Dictador para empezar a increpar por aquí y por allá. Empezó a escribir y a editar algún que otro libro que luego con la “democracia” se acentuaría aún más en un intento desde siempre de ser fiel a la memoria más reciente de un pueblo.

pons predes de mayor

Y desde entonces sigue ahí, con su testimonio fehaciente de que la Libertad fue posible pero que de alguna manera esa osadía de tomar la Libertad la hubieron de pagar con creces.

                                                                                              Manel Aisa Pàmpols

 

Tomado de http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/306578/index.php (6-1-2019)

Gloria Prades (1896 – 1972)

Ser Histórico

Sabemos que la presencia de las mujeres en la historia ha sido a menudo silenciada incluso en los movimientos más igualitarios y progresistas. Y en el caso de la activista libertaria Gloria Prades Nuño (Almàssera, Valencia, 1896 – Francia, 1972), sea por pertenecer a un linaje republicano y anarcosindicalista compuesto por hombres en su mayoría, sea por haberse afiliado a un partido político, esa losa de olvido parece que se ha hecho más pesada. Gracias sobre todo al trabajo de su nuera, la historiadora Antonina Rodrigo, desde Ser Histórico ayudamos a recuperar su memoria.

Era la hija mayor de una familia de huertanos acomodada de la Alquería de La Capona, finca ubicada en la comarca valenciana de Horta Nord, junto a la ciudad del Turia. Su padre, Miguel, militaba en el republicanismo federal (de su madre nada sabemos). Pronto se traslada a la ciudad, a casa de una tía suya…

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Alfonso Vidal y Planas

Javier Barreiro

 Capítulo dedicado al escritor gerundense de mi libro Cruces de bohemia (Vidal y Planas, Noel, Retana, Gálvez, Dicenta y Barrantes), Zaragoza, UnaLuna, 2001, pp. 21-49, aportando algún  dato nuevo y actualizando la bibliografía.            

 En sus ojos castaños arde un claro destello

del amor al humilde, de que su alma está henchida;

y en su pálido rostro, varonilmente bello,

puso un rictus profundo de tristeza la Vida.

¡Pobre artista exaltado, tan noble como un niño,

que solloza sus penas en el antro del Mal,

y que andando entre fango, como el cándido armiño,

mantiene terso y puro su espíritu cordial!

Son sus horas de angustia; con su saña felina,

al pasar, implacables, le clavan una espina

en su carne sensible que trasciende amargura.

Mas la dulce esperanza de un futuro glorioso

le permite ir cubriendo su camino penoso

con las sedas lucientes de su hermosa locura.

 (Vicente S. Medina)

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Einstein, Barcelona i anarquisme (1923)

Interesante artículo que trata, entre otros asuntos, la entrevista mantenida entre Albert Einstein y Ángel Pestaña.  Corrige la versión más extendida que atribuyó por error –quizá por haber dialogado en francés– la siguiente frase a Einstein: «Yo también soy revolucionario, pero en el terreno científico.»

L'ase quàntic

Albert Einstein visità Catalunya entre els dies 22 de febrer i 1 de març de 1923, convidat per la Mancomunitat de Catalunya i l’Institut d’Estudis Catalans per impartir un curs. En aquest article resumirem els fets més rellevants de la seva visita a Barcelona i ens centrarem en un que va tenir lloc el dia 27 de febrer: l’entrevista d’Albert Einstein amb Àngel Pestaña i altres dirigents anarquistes. 

Albert Einstein a l'Espluga de Francolí (Tarragona), el 25 de febrer de 1923 Albert Einstein a l’Espluga de Francolí (Tarragona), el 25 de febrer de 1923

Einstein a Barcelona

Els Cursos Monogràfics d’Alts Estudis i Intercanvi de la la Mancomunitat de Catalunya  van ser una iniciativa del Consell de Pedagogia de la Mancomunitat destinada a l’intercanvi de professors entre els centres dependents de l’entitat (en realitat, de la Diputació de Barcelona) i universitats estrangeres.

Fou el matemàtic, físic i enginyer Esteve Terradas (un dels sis millors caps del món, segons Einstein), en qualitat…

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