¿FASCISMO?
…el fascismo, que desemboca en corrientes políticas modernas, se genera en los hechos económicos; que no es en las secretarías de los partidos políticos donde está el fermento que lo genera, sino en los tugurios, en las zahúrdas, en los hogares fríos y destartalados.
… [Mussolini y Hitler] atraen, sugestionan a las multitudes, ofreciéndoles no ideas, doctrinas ni problemas abstrusos de justicia y emancipación social; con eso se hubiesen quedado solos el primer día que predicaron; ofrecen pan, comida, dinero; ofrecen empleo, trabajo; ofrecen seguridad y puntualidad en la retribución; ofrecen, no el esfuerzo que ha de hacerse para producir, sino la producción que, oronda e insultante, se muestra en los escaparates de las tiendas. Los primeros y más decididos soldados del fascismo son los hambrientos, los sin trabajo, los que no tienen qué comer. Después vienen los que temen perder el empleo o arruinarse por la crisis, y en última instancia vienen los poderosos, porque temen que aquello, al crecer, les quite lo que tengan. Y precavidos, se sangran en salud, consiguiendo dos finalidades: asegurar lo que poseen y desviar el cauce del movimiento de protesta.
… Todas estas explosiones morbosas de las multitudes, todos estos movimientos de raigambre genuinamente popular se gestan en la miseria y se alimentan con los dolores y los sufrimientos del pueblo. En los demás países como en España, y en España como en los demás países.
… Si se quiere, pues, que no haya fascismo en España, hay que llegar, empleando todos los medios por radicales que parezcan, a que todos los españoles tengamos el plato de comida en la mesa y un lecho donde descansar por la noche.
(La Libertad, 21 de abril de 1933)
¿PUEDE VENIR EL FASCISMO A ESPAÑA?
… El fascismo es el producto natural de la crisis capitalista, de la honda crisis del régimen actual. Y como esta crisis afecta lo mismo a los países de tipo preferentemente industrial que a los de tipo agrícola, el fascismo vendrá a España en cuanto una circunstancia cualquiera le favorezca más que le favorecen las actuales.
Opinar de forma contraria es tan respetable como se quiera, pero es ir contra los hechos, contra la verdad, contras las realidades que se suceden en cada hora.
Para razonar esta afirmación basta fijarse en cuáles son los elementos potenciales del fascismo. Pueden señalarse muchos; pero si queremos condensarlos en los más preeminentes y destacados, citemos las consecuencias económicas de la guerra con su exacerbación nacionalista, en primer lugar; en segundo lugar, la crisis capitalista con su cortejo de paro forzoso, el paro de miles y miles de trabajadores; en tercer lugar, la influencia religiosa y reaccionaria; y en cuarto y último lugar, el instinto de conservación del capitalismo, que explotando la ignorancia de las masas trabajadoras consigue arrastrarlas a movimientos de opinión que las llevan a destruir lo que ellas crearon con esfuerzo y con dolor…

¿CÓMO COMBATIR EL FASCISMO?
… El fascismo es un movimiento de masas. Para evitarlo hay que oponerle otro movimiento de masas. Y como esto no puede hacerlo ningún partido ni ninguna central sindical por sí sola, deben ponerse todos de acuerdo para crearlo. Ello no impide, por otra parte, que aisladamente luchen por sus programas y por sus aspiraciones doctrinales. Lo uno no quita lo otro. El peligro común que a todos nos amenaza es bastante elocuente. ¿Lo tendremos en cuenta?
(Sindicalismo, 6 de octubre de 1933)